20 libros que hay que leer para ser (o parecer) moderno

Atendiendo a las peticiones de @LuisanidoIV@Jotacegarzon y siguiendo con labor divulgativa de este blog, incluimos una lista de los 20 libros que toda persona debería leer para ser “moderna”. O por lo menos para parecerlo, que es mucho más importante.

  • Madame Bovary, de Flaubert. Porque es fundamental para poder explicar los fracasos en la búsqueda de la felicidad
  • Demian o El lobo estepario, de Herman Hesse. Para poder darse ese aire pseudo místico mezclado con psicoanálisis.
  • Retrato de un artista adolescente, de James Joyce. Porque nadie se va a creer que se ha leido el Ulises. Y porque todo moderno aspira a ser artísta.
  • Lolita, Vladimir Nabokov. El fetichismo es una parte fundamental de la modernidad, y el rollo de sentirse adolescente seductor forma parte del crecimiento como moderno.
  • Tokio Blues, de Haruki Murakami. ¿Qué es la modernidad sin la actualidad? Hay que leer a autores de moda para poder hablar de ellos. Aunque sean una bazofia pesada y repetida.
  • En el camino, de Jack Kerouac. Aunque todo lo de la generación beat está ya muy pasado y no es nada moderno, en su momento lo fue y hay que rendir homenaje a los viejos modernos. Y el rollo drogas y poesía siempre queda muy bien.
  • La metamorfósis, de Kafka. Otros relatos de Kafka o El Proceso son inifinitamente superiores, pero este es el famoso, así que un moderno ha de haberlo leido.
  • El principito, de Saint-Exupérie. El moderno no puede renunciar a ese fondo ñoño infantil. Además está muy bien para inventarse simbologías absurdas. Bonus si se lee en público (aunque se lea en 10 minutos).
  • 1984, de George Owell o Un mundo feliz, de Adolf Huxley. Da igual cualquiera de los dos. Lo importante es coger conceptos sobre las distopias y los estados para poder mostrase pesimistas en cualquier situación
  • Farenheit 451, de Ray Bradbury. Importante un libro sobre libros. Porque los modernos leen y se tienen que sentir perseguidos. No importa para nada que el libro más bello e imprescindible de Bradbury sea Crónicas Marcianas. Además eso suena a televisión de los 90 y ya no es nada moderno.
  • El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder. Porque la filosofía de verdad es demasiado dura para un moderno, este libro proporciona conocimientos para poder manejarse en muchas conversaciones de bar modernos. Además siempre quedará la excusa de decir que se leyó de pequeño.
  • Memorias de Adriano, de Maguerite Yourcernar. Es una novela muy bonita que da un aire clásico a las vidas de nuestros modernos, con las dosis de homoerotismo necesarias en todo moderno.
  • El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Es el libro del que más citas maravillosas se pueden sacar, y un moderno que cita queda mucho más cutureta. Además todo el rollo de la belleza se puede usar como justificación para las pintas.
  • La náusea, de Jean Paul Sartre. Porque un moderno ha de ser muy existencialista y este es mucho más corto que La peste de Albert Camus.
  • El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger. Justificación maravillosa para toda la rebeldía adolescente. (sí, los modernos son muy incomprendidos cuandos son adolescentes)
  • Hamlet, de William Shakespeare. Dolor, ira y locura. Tres sentimientos fundamentales para el moderno.
  • La conjura de los necios, de J.K. Toole. Para aprender a despreciar a todos los que el moderno considere necios.
  • ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick. Todo moderno ha de ser cinéfilo y ha de adorar las obras maestras del cine. Pero el moderno debe intentar ser más moderno que el resto, y para eso nada mejor decir aquello de “el libro es mucho mejor”. Aunque en este caso no sea cierto, ¿a quién le importa?