Un marica en la gran China: mitos y falsos mitos

Una semana en China es tiempo suficiente para contar algunas impresiones. Para que esto no se convierta en un diario de viaje este post trataré de confirmar o desmentir algunos mitos acerca de los chinos.

Los chinos trabajan como chinos

Falso. Quizá se trabaje mucho en una fábrica donde montan juguetes pero no creo que más que en el campo de Andalucía, Extramadura o Cataluña recogiendo fresas, segando trigo, o en una fábrica de zumos. Lo que yo he visto son trabajadores medianamente cualificados (ingenieros de entre 23 y 30 años) que:

  • Llegan al trabajo entre las 8:30 y las 9:30 de la mañana
  • A las 12 se van a comer.
  • Entre las 12:30 y las 13:30 se echan una siesta en la oficina. Pero esto es acojonante. Apagan las luces de la oficina y se sacan almohadillas hinchables, hamacas para siestas o directamente sobre el escritorio. Para que luego digan de la siesta española
  • Se van a su casa a las 5:30-6:30pm

Ya les gustaría a muchos ingenieros españoles tener ese horario. Y lo que es mejor, ese ritmo, porque aquí nadie se estresa, todos van relajaditos y con bastantes paseos de un lado para otro.

Los chinos son unos guarros

Verdadero a medias. Por temas culturales para ellos son normales estas cosas:

  • Escupir en la calle o en una papelera
  • Tirarse eructos en público
  • Tirarse pedos en público

A nivel personal son bastante limpios, probablemente más que los españoles, y si vienes de fiesta no perdonan nunca una ducha antes de follar. Con lo que objetivamente son más cerdos es con el tema de la cocina: mejor no ver dónde cocinan.

Los chinos la tienen pequeña

Verdadero. Lo que pasa es que nadie cuenta el otro lado de la historia… la tendrán pequeña pero suelen tener un culazo durito y respingon la mar de apañado. Y encima como el 90% de la población marica debe de ser pasiva… o sea, que la tienen pequeña pero es un paraíso para los activos. Eso sí… aquí ser pasivo significa ser pasivo en todos los sentidos: pasivos muebles que se abren de piernas y se dejan hacer de todo teniendo poca participación. Ahora entiendo éxito de las muñecas hinchables en los países asíaticos… son muy cercanas a la realidad.

A los chinos les fascinan los karaokes

Verdadero. Debe de ser una fiebre asiática, pero esto está lleno de garitos con karaoke donde lo dan todo. Además les encanta cantar (mucho más que bailar). Pero no está mal del todo la cosa: si llega un europeo resultón y les canta con voz grave “The house of the rising sun” se les hace el culo pepsicola.

Los chinos son unos viciosos: es todo tabaco, juego y putas

A medias. Aquí, aunque se puede fumar en los bares y discotecas fuma mucha menos gente que en España, y mucho menos que los chinos de España, y eso que el tabaco es barato (un paquete de Malrboro por 1 EUR). Sobre el juego no se sabe porque, excepto en Macao, está prohibido. Lo de las putas es cierto, hay muchas y además van a las discotecas como si nada con sus amigas. Y claro, lo mismo para con los chaperos: a mi ya me han dicho dos por el jack’d (el grindr chino) que son money boys.

Un marica en la gran china: llegada

Me dispongo a narrar en esta serie de post mi aventuras y desventuras como marica en China.

Día 1: el viaje

El viaje además de largo fue curioso. Para empezar en Barajas me advirtieron de que sin visado y llevando solo billete de ida era posible que en Hong Kong no me dejaran entrar y me deportaran. Nada que no se arreglara firmando un papelito en el que certificaba que la compañía aérea me había advertido y que ellos no tendrían ninguna responsabilidad en caso de problemas. 7 horas de avión hasta Doha, capital de un país infecto llamado Qatar y otro vuelo de 7 horas hasta Hong Kong. En ambos vuelos Qatar Airways sirvió comida preparada según los preceptos islámicos. Los azafatos por supuesto también seguían los preceptos islámicos: no comían carne de cerdo pero comían pollas a pares.

Hong Kong es una locura: millones de habitantes apretados en una islita llena de edificios altísimos. Pero mi destino no era Hong Kong sino la China continental así que tenía que llegar hasta la frontera de Shenzhen y conseguir un visado. Llegar de Hong Kong a Shenzhen por tierra es un asunto curioso: un taxi hasta un punto indeterminado de la frontera, un autobús hasta la frontera de salida de Hong Kong, y desde allí otro autobús hasta la frontera de entrada en China (¿de quién serían esos kilometros entre media? misterio). Y por fin una frontera china terrestre: ¡qué maravilla!. Ahí me esperaba la parte más complicada del día: conseguir un visado multientrada para china. La oficina de visados era un mostrador con dos funcionarios chinos: uno que hacía el trabajo y otro (que sería el supervisor del primero) que solo leía el periódico. En serio, en una hora que duró el trámite el tipo no solo no habló sino que no levantó la vista del periódico. Todo como muy soviético. Tras una hora rellenando formularios en chino, haciéndome fotos estilo presidiario pero con fondo azul y después de pagar unos 300 euros conseguí por fin mi visado multientrada. Estaba tan contengo con mi visado multientrada que parecía Leeloo en “El quinto elemento” repitiendo aquelo de “multipase”. De ahí otro autobús hasta … una estación de autobuses donde decidí que ya estaba bien la broma y cogí un taxi hasta el aeropuerto de Shenzhen. Ya somo me faltaba un vuelo de una hora para llegar a mi destino final.

La llegada a la isla que va a ser mi hogar durante un mes también tuvo su gracia. Se supone que habría una persona esperándome con un cartelito con mi nombre para llevarme al hotel pero allí no había nadie. Llamada a Madrid:

pastoso: “Oye, que aquí no hay ni cristo. Dime el nombre del hotel y ya cojo yo un taxi”

manager: “Va a ser imposible que un taxista chino te entienda, toda el teléfono de “El conseguidor”, el te lo solucionará

Llamo por teléfono a “El conseguidor” y me dice que debería haber alguien esperándome, que esperara y que me volvía a llamar. A los cincos minutos me manda un SMS con el teléfono de quien debería buscarme. Llamo a ese número y es una china que habla perfecto inglés (algo raro aquí) le digo que estoy en la puerta fumándome un cigarro y aparece casi al instante. Me dice que no me había reconocido porque estaba esperando a alquien que llevara un cartel con mi nombre. Le dije que curiosamente yo también esperaba a alguien que llevara un cartel con mi nombre. Lost in translation total.

Por fin, tras 24 horas de viaje  en 3 taxis 2 aviones, 2 autobuses y un coche privado llego a mi hotel: un cinco estrellas muy occidental con una cama y una bañera más grandes que las de mi casa. Por supuesto hay internet en el hotel y por supuesto está censurada por el gran firewall chino (la versión 2.0 de la muralla china): ni google ni twitter ni nada donde se pueda criticar al gobierno. No problem, salí desde casa con los deberes hechos y tres VPNs preparadas para estos casos.

Ya tranquilo y en el hotel, mientras esperaba a que se hiciera una hora normal para acostarme sin tener jet lag me conecté a los equivalentes chinos al grindr y al bender para ver cómo estaba el panorama. Son el Jack’d y blued+. La primera está en inglés y es fácil crearse un perfil, pero la segunda está en chino y tiene su gracia. Menos mal que ya la había probado en España con un amigo de risas y conseguimos saber qué era el login, el password, la ciudad y el rol (0 es pasivo, 1 activo y 0,5 versátil). Después de charlar amistosamente con unos cuantos chinos descubrí varias cosas:

  • No tienen ni puta idea de inglés. Les da miedo. Usan el traductor de google para hablar conmigo, lo que lleva a situaciones tan graciosas como esta:
  • Todos tienen menos de 30 años. No sé si es porque antes estaba prohibido y los mayores aceptaron una heterosexualidad fingida o porque los mayores de 30 años no saben usar el móvil. O quizás tengan ya todos novio y sean felices
  • Hay chinos que no son feos. Debe ser que a España solo vienen los parias sociales o algo así.
  • Todos utilizan slips. No existen los boxers.
  • Se ve que debo de tener la polla más grande de la ciudad.

Día 2: la toma de contacto

En China no se madruga exageradamente: a las 8am. Bueno, para mí eso sí es madrugar, y mucho. Menos mal que un buen desayuno americano hace que la cosa sea menos dolorosa. Y mi primera gran sorpresa: el café. Saben preparar un expresso como dios manda y además bastante rico. Yo que me veía sufriendo en algún maldito starbucks para tomar algo parecido al café.

El resto del día ha sido básicamente trabajo. He conocido en persona a “El conseguidor” que es un comercial asignado para que mi vida sea mucho más fácil: me hace de interface con el resto de empleados y me lleva a cenar. Una cosa curiosa es que en China todo lo que queda debajo de nosequé río no tiene calefacción. Y vale que aquí al ser una ciudad costera no hace mucho frío… pero es que dejan las ventanas abiertas y la gente va por la oficina con el abrigo puesto. Muy comunista todo.

Lo de trabajar con chinos es muy divertido. Se ríen mucho, son tremendamente vergonzosos y cuando vas a ver lo que están haciendo se quedan parados esperando a que les preguntes algo pero sin seguir trabajando. Por no hablar del inglés horroroso que chapurrean. Van a ser unos días divertidos.

Como hoy nos han llevado a cenar a las 7 a un sitio típico se me ha hecho tardísimo y no he podido ni siquiera irme a dar una vuelta por la ciudad. Mi objetivo principal no era mariconear sino comprar una tarjeta SIM local. En cualquier caso el rodaballo ha merecido el sacrificio.

Mañana viernes promete. Mis opciones son quedar con algún mariquita del grindr/bender chinos para dar una vuelta o irme yo solito de copas a la aventura. Ya les contaré cómo sale la cosa.

 

¿Cuántos maricas hay en Madrid?

Ciertamente es complicado responder al a pregunta de cuántos maricas hay en Madrid. Lo que podemos hacer es buscar una aproximación basándonos en los datos que ofrecen esas maravillosas aplicaciones móviles geolocalizadas para “hacer amigos”.

Lo interesante de esto es, además, ver cómo están distribuidos esos maricas por todo el territorio urbano. Aquí les dejo un mapa interactivo para que puedan ver cómo están repartidos los maricas en Madrid (al pulsar en un punto muestra la cantidad de maricas en ese área). Tengan en cuenta que todos los que están son pero no todos los que son están: solo maricas pudientes como para comprarse un smartphone y algo entradas en las nuevas tecnologías.

Evidentemente el centro está plagado de maricas. Resulta más interesante fijarse en los barrios periféricos: Vallecas es muy poco marica pero San Blas lo es mucho. También llama la atención la colonia marica que hay en Peña Grande.

Si les interesa conocer el mapa de su ciudad o de su barrio solo tienen que pedirlo.

Nostalgias

Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir...

Así empieza el fabuloso tango Nostalgias que escribió Juan Carlos Cobián y popularizó Carlos Gardel. Y así me sentí yo anoche un poco. Les cuento: fiesta de cumpleaños de dos buenos amigos en la que me reenconcotré con más buenos amigos. Me di cuenta de que llevaba siglos sin verlos y sin saber de ellos. ¿Por qué nos alejamos? Creo que dos fueron los factores principales:

  • Se echaron novios y cambiaron el salir por cenas de parejitas donde yo ya no encajaba.
  • No tengo Facebook, que viene como a ser el “no tengo tele” del siglo pasado pero que hoy día puede convertirte en un paria social.

Puede que hubiera otros factores secundarios más oscuros (drogas, amistades con gente turbia, etc…).

El tiempo pasa y las cosas cambian. Esta es la nueva situación:

  • E: cumplía 26, lo dejó hace un año con el novio. Ha decidido que la carrera que estudió no le va a llevar a lo que quiere hacer en la vida y está buscando nuevos horizontes profesionales.
  • LM2: cumplió 31, está más guapo que nunca (y siempre fue muy guapo). Ha cambiado su target, y aunque le siguen poniendo mucho los niñatos delgaditos ha decidido que no puede con ellos y ahora solo le lía con gente mayor que él y tirando a fuertes. Ahora le ha dado por los tríos, incluso con mujeres
  • A: Fue el primero en dejarlo con su novio catalán. A sus 24 años está terminando la carrera. Parece que fue ayer cuando estaba empezándola y una noche de borrachera nos prometimos hacernos un viaje al caribe cuando la terminara.
  • LM1: Lo ha dejado hace tres meses con su novio después de 5 años. Ese novio lo encadenó después de otro con el que estuvo 3 años. Eso hacen 8 años seguidos ennoviado. Todo eso con 26 añitos. Ahora tiene la custodia compartida de los perros y en palabras suyas está hecho “una golfa”.

¿Creen que esto es recuperable? Yo de momento he dando un paso al frente y he puesto mi granito de arena: he creado un grupo de WhatsApp llamado “Puretas solteros”.