Fraggles, casualidades, canciones y tóxicos

Desde que hace poco me compré un par de peluches de los Fraggles quería escribir este post. Bueno, este post en concreto no, un post hablando sobre mi teoría de las personalidades y los Fraggles. Y aunque el post va a empezar por explicar esa teoría me temo que va a terminar por derroteros muy distintos.

Comenzamos con la teoría. “Todos los grupos sociales están compuestos por personas que se comportan y encajan con las personalidades de los 5 Fraggles”. Incluso su aspecto físico coincide con el de los Fraggles. Estos son:

  • Gobo: el líder, pragmático y aventurero.
  • Musi: la espiritual del grupo. Artística, sensible, tranquila. Vamos, una mezcla de hippie con Amelie.
  • Rosi: la exuberante, la deportista. La que supera reto tras reto y está llena de vitalidad.
  • Dudo: el nervioso, el eterno indeciso que siempre va a remolque hasta que es necesario ponerse al frente.
  • Bombo: el que tiene tendencias depresivas y a pasar olímpicamente de todo.

Y hasta aquí mi teoría perfecta.

Hasta que hoy por fin he comprendido que la teoría no está completa. Faltan las personas tóxicas. Las personas tóxicas son aquellas que bajo su halo de maravilla ocultan una personalidad venenosa para quienes les rodean.

La segunda parte del post es la historia del descubrimiento de la existencia de las personas tóxicas. Porque recordemos que las personas tóxicas están envueltas en maravilla que les oculta y que hace que no nos demos cuenta de que son tóxicas. El descubrimiento ha sido una epifanía casi mágica mientras, por casualidad, hablaba con alguien que había sido envenenado por la misma persona que yo. Y así, juntos, contándonos nuestras experiencias como si fuéramos una reunión de maltratadas anónimas, gracias a la lejanía que da verlo en los demás, empecé a verlo claro.  Existen las personas tóxicas. Y no hay un Fraggle para ellas. La teoría está incompleta.

Al leer lo escrito por fin después de tres meses de dolor es cuando todo se revela claro. Según lo escribía para contárselo al otro muchacho sufridor se me aparecía el personaje… ¡mucho más jugoso que el mismísimo Mr. Ripley! ¡Alguna parte buena tendría que tener toda esta historia! El protagonista de mi nueva novela, de, quizás, una serie de éxito.

Ahora es cuando la historia se convierte en metahistoria. ¿Tuve de verdad el miedo de que de repente la historia se la estuviera contando a él mismo a través de un personaje que él había creado? ¿Fue real y todo terminó con él riéndose a carcajadas? ¿es esta mi primera novela protagonizada por él?

Interludio musical. Suena The Mariner’s Revenge Song de los Decemberists. Curiosamente es la canción que inauguró mi lista en spotify de canciones sobre venganzas. ¿Será esta una historia de venganza?

¿O más bien una historia de catarsis? Que tras tres meses ya está bien. Se supone que estas cosas a estas edades ya no pasan. Aunque como le contaría a Sabina en una bar, y eĺ me entendería, “joder, si es que con esa sonrisa…”.

Lo único que se sabe más de esta historia, de momento, es que desde este preciso instante las pajas vuelven a saber a gloria. Y eso solo es motivo para darle al botón de Publish.

 

D, el morbo y el deseo

D. es un niñato guapo y morboso. Lo conocí donde se conocen a los niñatos guapos y morbosos hace poco más de dos meses. A D. le gusta que le den caña. Mucha caña. Tanta que hasta me he sorprendido a mí mismo dándosela. Y D. sabe ser muy agradecido. D. también es de esos chicos que viven completamente armarizados, no te dan su teléfono y probablemente te hayan mentido con el nombre.

Hay una parte en todas las historias como esta que nunca termino de comprender bien. La primera vez que D. y yo quedamos me lo pasé muy bien y creo que puedo afirmar que él también o quizás más. Pero después de la primera vez siempre queda esa duda: ¿lo volveré a ver? ¿será de esos que nunca quiere repetir?. Y yo ya estaba pensando esto último pasado un mes cuando me volvió a contactar: la otra vez había disfrutado mucho y quería volver a quedar. Y así hemos quedado ya unas cuantas veces, siempre cuando él me avisa a mí. La duda ahora es ¿tendrá 10 chicos como yo y se va turnando según le apetece? ¿o con un par de polvos salvajes al mes ya sacia toda su sed?. No tengo ni idea porque yo no soy así.

Tiene D. unos cuantos pequeños detalles que me gustan. Me gusta que cuando venga a casa me suba unas cervecitas. Me gusta como gime cuando le hago mil cosas y sé que está a mil. Me gusta cuando le da corte pedirme algo y luego lo recompensa con creces. Me gusta cuando en los momentos más cerdos le puedes arrancar algo de cariño y que eso le pone más. Me gusta que cuando terminamos de follar y estemos con el cigarrito de después se le note la vergüenza. Y me gusta que antes de irse siempre eche un vistazo a mis discos con los ojos muy abiertos.

Y como otros tantos chicos, esas cosas solo pasan dentro de mi casa. Después de la tercera cita avergonzado me dijo que como ya habíamos quedado unas cuantas veces y me iba a acordar de su cara (¿cómo olvidarla?) que como éramos vecinos si alguna vez nos cruzábamos por la calle que por favor no le saludara. Ese tipo de actitudes me joden mucho y van casi contra todos mis principios. Pero vosotros no sabéis cómo la come. Y sí, puede que yo sea un vendido, lo asumo. Hasta para justificarme llegué a pensar que era medio famosillo porque creía que su cara me sonaba de algo.

Aquello de no saludarlo casi había quedado como una anécdota en mi cabeza porque creía que nunca me lo iba a cruzar. Hasta hoy cuando he entrado en el ascensor del meto y detrás de mí ha entrado un niñato guapo. Era él. He sentido eso que creo que los enamorados llaman mariposas en el estómago y nervios. Ese ascensor (probablemente el más profundo de la red de metro de Madrid) baja como 12 veces su tamaño. Lo he contado otras veces para intentar calcular la profundidad. Así que sabía lo que íbamos a tardar. Tenía que ser rápido pero había tiempo. Primero le he mirado con una media sonrisa de “no te voy a saludar”. Luego he mirado a mi alrededor para que él supiera que yo era consciente de que no había nadie más en el ascensor. Y después le he agarrado la cabeza y con fuerza se la he llevado a mi paquete arrodillándolo y restregándoselo por la cara para que supiera que ya estaba empalmado. Cuando el ascensor emprezaba a frenar y veía el último tramo le he agarrado del pelo y lo he puesto de pie. Le he sonreído como diciendo “se acabó” y “pero no te voy a saludar”. Hemos salido y cada uno se ha dirigido a un andén de la misma línea. Los dos de pie, frente a frente separados por las vías mirándonos. Me he acomodado el paquete y ha llegado mi metro.

Cuando esta noche me ha sonado el móvil y he visto que me llamaban con número oculto me he acordado de que una de las veces que quedamos el técnico de la caldera nos interrumpió en medio de unos previos suficientemente desnudos como para que fuera incómodo. Yo sabía que él tenía prisa y esperar a que el técnico terminara de arreglar la maldita caldera se estaba haciendo eterno. Él no decía nada y solo jugaba con el móvil. En un momento se lo cogí y le dije “mira, entiendo que no quieras que tenga tu número, pero como es difícil que me pilles por skype te voy a apuntar el mío con #31# delante. Así cuando quieras verme me podrás llamar con número oculto”. No he cogido el teléfono. Ha vuelto a sonar y tampoco lo he cogido. Ahora toca reflexionar sobre el poder del morbo y el deseo.

 

Los personajes de dibujos que más nos ponían

Hace muchos años circulaba por internet un test de perversión en forma de hoja de cálculo con macros. Aquello consistía en ir respondiendo preguntas sobre distintas perversiones (alcohol, sexo y drogas básicamente) para obtener una puntuación final. Recuerdo que una de las preguntas era algo como “¿Has imaginado alguna vez a personajes de dibujos animados teniendo sexo?”. Yo ahí respondía que sí, no sé si porque tengo un alto grado de perversión o porque soy alguien con mucha imaginación. Y sobre eso va el post de hoy: fantasías con personajes de dibujos animados y comics. Algunas sexuales y otras más bien románticas porque, qué se le va a hacer, uno tiene su lado romántico. Ale, ya tienen usteded un post autobiográfico, que últimamente se echaban de menos.

Corto Maltés

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Corto Maltés me pilló ya bastante crecidito pero mi amor por él fue inmediato. Guapo, aventurero, misterioso, romántico, chulito y fumador de tabaco de liar cuando no estaba de moda. ¿Se puede pedir más? Sí, unos comics maravillosos del genial Hugo Pratt donde Corto alternaba con personajes históricos en fabulosas aventuras.

Durante muchos años tuve un poster suyo en mi habitación, comprado en el rastro, por supuesto. Tanto se me notaba que para mi cumpleaños mis compañeros de piso de erasmus me regalaron unas esposas (esa es otra historia) y una postal de Corto Maltés que decía: “Para que decidas si quieres encontrar un Corto Maltés o ser tú un Corto Maltés”.

El capitán Harlock

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Esta serie tenía todo lo necesario para que encantara de pequeño: naves espaciales, piratas, aventuras, un lado oscuro… y ahora sé que me atraía mucho su protagonista: valiente, solitario, bebedor… y pirata. Yo era ya un fan irredento de Espronceda:

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.

Ranma y Ryoga

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Ranma me encantaba por el rollo héroe y protagonista pero a la vez Ryoga sacaba mi lado tierno hacia el pobrecito perdedor al que todo le sale mal. Ranma pasaba de las tías y Ryoga estaba enamorado de Akane, que era un poco lesbianorra. Solo podían ser gays. Encima se pasaban el día en la bañera enseñando su carnaza de dibujos animados.

Loki

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Thor era el hermano tontorrón, noble y fuerte y Loki el no tan fuerte, inteligente y tramposo. ¿Con quién me iba a quedar yo? Está claro que con Loki. Las musculocas no me gustaban ya desde pequeñito.

Mercurio

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De los vengadores a mí el que me gustaba era Mercurio. ¿Por qué? Ni idea. Lo de ser hijo de Magneto (mi villano favorito) seguro que le daba puntos, así como lo del villano convertido a héroe. El pelo blanco de madurito interesante también podría ser un plus. Desde luego tenía un nombre que molaba mucho más que el de sus compañeros: Pietro. Eso sí, tanta velocidad igual no era lo mejor para echar un polvo.

Lupin

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Golfo, landronzuelo y de buen corazón. Vamos, un amor. Además siempre tan bien vestido con sus chaquetas. Aquí disfrutamos la serie en la que participó el genial Miyazki gracias a telecinco en algún momento de los 90. Como curiosidad, telecinco emitía las series japonesas a partir de las adaptaciones que había hecho en italia su canal padre y con Lupin y Campeones nos hicieron un pequeño truco. Porque… vosotros os acordáis del opening de Campeones, ¿no? “Allá van con el balón en los pies […] Oliver, Benji, los magos del balón…” ¿A que parecía perfecto? ¿Compuesto expresamente para exaltar los motivos futbolísticos de la serie? Y una mierda:

 

En el fondo este post era una simple excusa para que vierais este vídeo y destrozar vustras más firmes creencias de la infancia. Pero si queréis podéis usar los comentarios para hablar de aquellos personajes de comic o dibujos que más os ponían a vosotros.

La película de Almodóvar que nunca fue

En 1985, en pleno éxito de “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, Pedro Almodóvar acudía al programa “Con las manos en la masa” de Elena Santoja a preparar un pisto manchego y una gallina en pepitoria. En aquel programa de cocina la cocina era casi solo una excusa para tener una charla agradable con personas del mundo de la cultura. La presentadora y directora del programa, Elena Santoja, era hermana de Carmen Santonja, una de las integrantes de Vainica Doble y estaba casada con Jaime de Armiñán, por lo que todos los invitados eran en realidad amigos suyos que conocía del mundo del artisteo. En este programada Pedro Almodóvar bromea con cual sería su próxima película, una locura delirante ambientada en Vietnam y protagonizada por un grupo de enfermeras bélicistas francamente lésbicas, Raquel Welch y Charo Baeza. Glorioso:

 

Esta entrada está dedicada a un amigo muy especial que está pasando unos momentos muy duros, a ver si por lo menos conseguimos sacarle una sonrisa.

Maricas, profesiones y sexo

Una de las preguntas clásicas entre maricas que se quieren conocer o tocar es la de “¿A qué te dedicas?”. Con la respuesta a esta pregunta cada uno tratará de armar en su cabeza una imagen sobre esa persona basada en tópicos propios sobre profesiones y maricas.

Aquí van mis tópicos personales.

  • Bailarines: el culo duro como un hueso de melocotón está asegurado pero en contra de la creencia popular de que un cuerpo estupendo y una flexibilidad sin igual proporcionarán noches de sexo maravillosas los bailarines suelen tener un punto narcisista y tienden al inmovilismo en la cama. Lo que viene siendo un pasivo-mueble.
  • Peluqueros: tienen el terrible hándicap de que no se les puede tocar el pelo mientras se ve una película con helado y manta. Nadie los puede despeinar. Y esto en la cama también se nota, adiós a acariciarles la cabecita mientras te la comen o a agarrar. El sumun de esta locura capilar me sucedió una noche que me lié con un muchacho mono en una discoteca. Trataba de convencerlo para venir a mi casa (al fin y al cabo ya tenemos una edad para quedarnos en besitos en la discoteca) pero él tenía que trabajar a las 12. Le dije que no había problema, que se quedara a dormir un rato en mi casa y fuera directamente al curro. Me dijo: “tendrás plancha del pelo en casa, ¿no?”. Le dije que había cambiado de idea y que estaba muy cansado y que mejor lo dejábamos. Era peluquero.
  • Cantantes: realmente hay que disntinguir entre los cantantes de verdad (cantantes de orquestas de pueblo, cantautores de bares de la capital, eurovisivos, etc…) y wannabes de triunfitos. Los primeros suelen ser unas guarras (con todo lo positivo que esto lleva a veces) y los segundos son wannabes de guarras.
  • Camareros: Un amigo dice que son los amantes perfectos: trabajan los fines de semana y te dejan tiempo para salir a tu bola con tus amigos y están libres entre semana para hacerte compañía en las tardes y noches aburridas.
  • Estudiantes de comunicación audiovisual: Este grupo es tan inmenso que forman un subuniverso a parte en el que se repiten infinitud de subdivisiones.
  • Actores: prepárate para estar todos los días de fiesta con ellos. Te pondrán los cuernos sin que sospeches nada. No siempre buscan algo a cambio de comértela y están muy falticos de cariño.
  • Opositores: son amantes-novios de domingo. Se pasan toda la semana estudiando sin parar y el sábado por la noche desfasan. Polvazos intensos siempre.
  • Médicos: los que más fuman, los que más beben y los que más se drogan. Vicio, vicio.
  • Voluntarios de ONGs: muy voluntarios para algunas cosas pero anda que no cuesta que hagan otras… ¡qué chicos más difíciles!
  • DJs: en la cama se creen igual de guays que en su discoteca.
  • Políticos: gente muy dual. O la comen muy bien pero follan muy mal o viceversa.
  • Cajeros del Día, Mercadona y similares: son un amor. Siempre con la sonrisa. Mimosetes con ataques de orgullo. Exigentes en la cama pero entregados.
  • Diseñadores: sus polvos son otra expresión de su arte. Cómo se lo curran y esfuerzan sin esperar nada a cambio.
  • Policías: pasivos y siempre quieren más. Y que les zurren.

 

El facha

El facha es el más malote de su clase. Yo supe que era facha desde la primera vez que me puso la cam para enseñarme su cuerpo fibrado. Una bandera con el pollo colgada en la pared no puede significar otra cosa.

Es hetero, con su novia de toda la vida. Claro, como buen facha. Pero le gusta que le traten como a una puta. Si esto se quedara solo en poner cara de zorra por la cam, enseñar el culito e imaginar que se está tragando un rabo supongo que en su mente nacionalultracatólica esto no pasaría de ser un pecado de pensamiento. Pero es que al facha no solo le gusta imaginar que le obligan a comer un rabo. No. Le gusta que de verdad se lo hagan tragar hasta el fondo. Y por eso queda conmigo.

Al principio pensé que, por coherencia con su ideología, al llegar a su casa, por las noches, se arrepentiría de todas estas cosas. Eso fue hasta que una de las veces que quedamos me pidió que le grabara con su móvil con toda la lefa chorreándole por la boca. Así que el facha, por las noches, lo que hace es ponerse esos vídeos para ver lo puta y maricona que ha sido y pajearse mientras tanto.

Por eso cuando veo a un facha en la tele diciendo burradas y empiezo a ponerme nervioso pienso en mi facha y me relajo imaginando que quizás este también tenga sus vicios tan contrarios a aquello que predica. Si me sale la vena pesimista diciendo que no, que mi facha es una excepción, se me aparece la imagen de PedroJota para recordarme que sí, que es posible.

Un marica en la gran China: mitos y falsos mitos

Una semana en China es tiempo suficiente para contar algunas impresiones. Para que esto no se convierta en un diario de viaje este post trataré de confirmar o desmentir algunos mitos acerca de los chinos.

Los chinos trabajan como chinos

Falso. Quizá se trabaje mucho en una fábrica donde montan juguetes pero no creo que más que en el campo de Andalucía, Extramadura o Cataluña recogiendo fresas, segando trigo, o en una fábrica de zumos. Lo que yo he visto son trabajadores medianamente cualificados (ingenieros de entre 23 y 30 años) que:

  • Llegan al trabajo entre las 8:30 y las 9:30 de la mañana
  • A las 12 se van a comer.
  • Entre las 12:30 y las 13:30 se echan una siesta en la oficina. Pero esto es acojonante. Apagan las luces de la oficina y se sacan almohadillas hinchables, hamacas para siestas o directamente sobre el escritorio. Para que luego digan de la siesta española
  • Se van a su casa a las 5:30-6:30pm

Ya les gustaría a muchos ingenieros españoles tener ese horario. Y lo que es mejor, ese ritmo, porque aquí nadie se estresa, todos van relajaditos y con bastantes paseos de un lado para otro.

Los chinos son unos guarros

Verdadero a medias. Por temas culturales para ellos son normales estas cosas:

  • Escupir en la calle o en una papelera
  • Tirarse eructos en público
  • Tirarse pedos en público

A nivel personal son bastante limpios, probablemente más que los españoles, y si vienes de fiesta no perdonan nunca una ducha antes de follar. Con lo que objetivamente son más cerdos es con el tema de la cocina: mejor no ver dónde cocinan.

Los chinos la tienen pequeña

Verdadero. Lo que pasa es que nadie cuenta el otro lado de la historia… la tendrán pequeña pero suelen tener un culazo durito y respingon la mar de apañado. Y encima como el 90% de la población marica debe de ser pasiva… o sea, que la tienen pequeña pero es un paraíso para los activos. Eso sí… aquí ser pasivo significa ser pasivo en todos los sentidos: pasivos muebles que se abren de piernas y se dejan hacer de todo teniendo poca participación. Ahora entiendo éxito de las muñecas hinchables en los países asíaticos… son muy cercanas a la realidad.

A los chinos les fascinan los karaokes

Verdadero. Debe de ser una fiebre asiática, pero esto está lleno de garitos con karaoke donde lo dan todo. Además les encanta cantar (mucho más que bailar). Pero no está mal del todo la cosa: si llega un europeo resultón y les canta con voz grave “The house of the rising sun” se les hace el culo pepsicola.

Los chinos son unos viciosos: es todo tabaco, juego y putas

A medias. Aquí, aunque se puede fumar en los bares y discotecas fuma mucha menos gente que en España, y mucho menos que los chinos de España, y eso que el tabaco es barato (un paquete de Malrboro por 1 EUR). Sobre el juego no se sabe porque, excepto en Macao, está prohibido. Lo de las putas es cierto, hay muchas y además van a las discotecas como si nada con sus amigas. Y claro, lo mismo para con los chaperos: a mi ya me han dicho dos por el jack’d (el grindr chino) que son money boys.

Un marica en la gran china: llegada

Me dispongo a narrar en esta serie de post mi aventuras y desventuras como marica en China.

Día 1: el viaje

El viaje además de largo fue curioso. Para empezar en Barajas me advirtieron de que sin visado y llevando solo billete de ida era posible que en Hong Kong no me dejaran entrar y me deportaran. Nada que no se arreglara firmando un papelito en el que certificaba que la compañía aérea me había advertido y que ellos no tendrían ninguna responsabilidad en caso de problemas. 7 horas de avión hasta Doha, capital de un país infecto llamado Qatar y otro vuelo de 7 horas hasta Hong Kong. En ambos vuelos Qatar Airways sirvió comida preparada según los preceptos islámicos. Los azafatos por supuesto también seguían los preceptos islámicos: no comían carne de cerdo pero comían pollas a pares.

Hong Kong es una locura: millones de habitantes apretados en una islita llena de edificios altísimos. Pero mi destino no era Hong Kong sino la China continental así que tenía que llegar hasta la frontera de Shenzhen y conseguir un visado. Llegar de Hong Kong a Shenzhen por tierra es un asunto curioso: un taxi hasta un punto indeterminado de la frontera, un autobús hasta la frontera de salida de Hong Kong, y desde allí otro autobús hasta la frontera de entrada en China (¿de quién serían esos kilometros entre media? misterio). Y por fin una frontera china terrestre: ¡qué maravilla!. Ahí me esperaba la parte más complicada del día: conseguir un visado multientrada para china. La oficina de visados era un mostrador con dos funcionarios chinos: uno que hacía el trabajo y otro (que sería el supervisor del primero) que solo leía el periódico. En serio, en una hora que duró el trámite el tipo no solo no habló sino que no levantó la vista del periódico. Todo como muy soviético. Tras una hora rellenando formularios en chino, haciéndome fotos estilo presidiario pero con fondo azul y después de pagar unos 300 euros conseguí por fin mi visado multientrada. Estaba tan contengo con mi visado multientrada que parecía Leeloo en “El quinto elemento” repitiendo aquelo de “multipase”. De ahí otro autobús hasta … una estación de autobuses donde decidí que ya estaba bien la broma y cogí un taxi hasta el aeropuerto de Shenzhen. Ya somo me faltaba un vuelo de una hora para llegar a mi destino final.

La llegada a la isla que va a ser mi hogar durante un mes también tuvo su gracia. Se supone que habría una persona esperándome con un cartelito con mi nombre para llevarme al hotel pero allí no había nadie. Llamada a Madrid:

pastoso: “Oye, que aquí no hay ni cristo. Dime el nombre del hotel y ya cojo yo un taxi”

manager: “Va a ser imposible que un taxista chino te entienda, toda el teléfono de “El conseguidor”, el te lo solucionará

Llamo por teléfono a “El conseguidor” y me dice que debería haber alguien esperándome, que esperara y que me volvía a llamar. A los cincos minutos me manda un SMS con el teléfono de quien debería buscarme. Llamo a ese número y es una china que habla perfecto inglés (algo raro aquí) le digo que estoy en la puerta fumándome un cigarro y aparece casi al instante. Me dice que no me había reconocido porque estaba esperando a alquien que llevara un cartel con mi nombre. Le dije que curiosamente yo también esperaba a alguien que llevara un cartel con mi nombre. Lost in translation total.

Por fin, tras 24 horas de viaje  en 3 taxis 2 aviones, 2 autobuses y un coche privado llego a mi hotel: un cinco estrellas muy occidental con una cama y una bañera más grandes que las de mi casa. Por supuesto hay internet en el hotel y por supuesto está censurada por el gran firewall chino (la versión 2.0 de la muralla china): ni google ni twitter ni nada donde se pueda criticar al gobierno. No problem, salí desde casa con los deberes hechos y tres VPNs preparadas para estos casos.

Ya tranquilo y en el hotel, mientras esperaba a que se hiciera una hora normal para acostarme sin tener jet lag me conecté a los equivalentes chinos al grindr y al bender para ver cómo estaba el panorama. Son el Jack’d y blued+. La primera está en inglés y es fácil crearse un perfil, pero la segunda está en chino y tiene su gracia. Menos mal que ya la había probado en España con un amigo de risas y conseguimos saber qué era el login, el password, la ciudad y el rol (0 es pasivo, 1 activo y 0,5 versátil). Después de charlar amistosamente con unos cuantos chinos descubrí varias cosas:

  • No tienen ni puta idea de inglés. Les da miedo. Usan el traductor de google para hablar conmigo, lo que lleva a situaciones tan graciosas como esta:
  • Todos tienen menos de 30 años. No sé si es porque antes estaba prohibido y los mayores aceptaron una heterosexualidad fingida o porque los mayores de 30 años no saben usar el móvil. O quizás tengan ya todos novio y sean felices
  • Hay chinos que no son feos. Debe ser que a España solo vienen los parias sociales o algo así.
  • Todos utilizan slips. No existen los boxers.
  • Se ve que debo de tener la polla más grande de la ciudad.

Día 2: la toma de contacto

En China no se madruga exageradamente: a las 8am. Bueno, para mí eso sí es madrugar, y mucho. Menos mal que un buen desayuno americano hace que la cosa sea menos dolorosa. Y mi primera gran sorpresa: el café. Saben preparar un expresso como dios manda y además bastante rico. Yo que me veía sufriendo en algún maldito starbucks para tomar algo parecido al café.

El resto del día ha sido básicamente trabajo. He conocido en persona a “El conseguidor” que es un comercial asignado para que mi vida sea mucho más fácil: me hace de interface con el resto de empleados y me lleva a cenar. Una cosa curiosa es que en China todo lo que queda debajo de nosequé río no tiene calefacción. Y vale que aquí al ser una ciudad costera no hace mucho frío… pero es que dejan las ventanas abiertas y la gente va por la oficina con el abrigo puesto. Muy comunista todo.

Lo de trabajar con chinos es muy divertido. Se ríen mucho, son tremendamente vergonzosos y cuando vas a ver lo que están haciendo se quedan parados esperando a que les preguntes algo pero sin seguir trabajando. Por no hablar del inglés horroroso que chapurrean. Van a ser unos días divertidos.

Como hoy nos han llevado a cenar a las 7 a un sitio típico se me ha hecho tardísimo y no he podido ni siquiera irme a dar una vuelta por la ciudad. Mi objetivo principal no era mariconear sino comprar una tarjeta SIM local. En cualquier caso el rodaballo ha merecido el sacrificio.

Mañana viernes promete. Mis opciones son quedar con algún mariquita del grindr/bender chinos para dar una vuelta o irme yo solito de copas a la aventura. Ya les contaré cómo sale la cosa.

 

Nostalgias

Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir...

Así empieza el fabuloso tango Nostalgias que escribió Juan Carlos Cobián y popularizó Carlos Gardel. Y así me sentí yo anoche un poco. Les cuento: fiesta de cumpleaños de dos buenos amigos en la que me reenconcotré con más buenos amigos. Me di cuenta de que llevaba siglos sin verlos y sin saber de ellos. ¿Por qué nos alejamos? Creo que dos fueron los factores principales:

  • Se echaron novios y cambiaron el salir por cenas de parejitas donde yo ya no encajaba.
  • No tengo Facebook, que viene como a ser el “no tengo tele” del siglo pasado pero que hoy día puede convertirte en un paria social.

Puede que hubiera otros factores secundarios más oscuros (drogas, amistades con gente turbia, etc…).

El tiempo pasa y las cosas cambian. Esta es la nueva situación:

  • E: cumplía 26, lo dejó hace un año con el novio. Ha decidido que la carrera que estudió no le va a llevar a lo que quiere hacer en la vida y está buscando nuevos horizontes profesionales.
  • LM2: cumplió 31, está más guapo que nunca (y siempre fue muy guapo). Ha cambiado su target, y aunque le siguen poniendo mucho los niñatos delgaditos ha decidido que no puede con ellos y ahora solo le lía con gente mayor que él y tirando a fuertes. Ahora le ha dado por los tríos, incluso con mujeres
  • A: Fue el primero en dejarlo con su novio catalán. A sus 24 años está terminando la carrera. Parece que fue ayer cuando estaba empezándola y una noche de borrachera nos prometimos hacernos un viaje al caribe cuando la terminara.
  • LM1: Lo ha dejado hace tres meses con su novio después de 5 años. Ese novio lo encadenó después de otro con el que estuvo 3 años. Eso hacen 8 años seguidos ennoviado. Todo eso con 26 añitos. Ahora tiene la custodia compartida de los perros y en palabras suyas está hecho “una golfa”.

¿Creen que esto es recuperable? Yo de momento he dando un paso al frente y he puesto mi granito de arena: he creado un grupo de WhatsApp llamado “Puretas solteros”.

 

20 de Abril: Carta a un follamigo

Querido antiguo follamigo:

Como todos los años cuando llega el 20 de Abril cumplo mi tradición postadolescente de escribir a una persona querida y esta vez te ha tocado a ti. Vamos con la introducción:

20 de Abril del 90.
Hola, chata, ¿cómo estás?
¿Te sorprende que te escriba?
Tanto tiempo es normal.
Pues es que estaba aquí solo,
me había puesto a recordar,
me entró la melancolía
y te tenía que hablar.

Tampoco ha pasado tanto tiempo, ¿2 años?. Quizá en nuestras cortas vidas (la tuya más corta aún que la mía) 2 años si sea mucho tiempo. Ciertamente estaba solo, y hablando con un amigo de twitter de lo grande que es Jeremy Irons cantando “Be Prepared” del rey león me he acordado de toda esas películas de Disney que vimos juntos las tardes de resaca de tantos domingos. Tú decías que no podía tener ese vacío cultural tan grande de no haber visto ninguna película de Disney posterior al rey león. Sigamos:

¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo,
las risas que nos hacíamos antes todos juntos?
Hoy no queda casi nadie de los de antes,
y los que hay
han cambiado, han cambiado, sí.

Nuestras noches no eran en ninguna cabaña. Eran siempre en mi casa. Al principio eran noches que empezaban muy tarde:  sábados a las 6 de la mañana en que ninguno de los dos habíamos ligado y no además de querer follar queríamos dormir acompañados. Y esos domingos de películas que te contaba más arriba. ¿Te acuerdas que poco a poco empezaste a conocer a mis amigos? Y a salir juntos por ahí. Me encantaba tus excusas de “yo no sé donde está eso, mejor paso por tu casa y vamos juntos” para poder echar un polvete antes de salir. Ciertamente de los de antes quedan pocos. Por ejemplo de aquel cuarteto tonto que hicimos una vez solo quedamos dos. Y sí, todos hemos cambiado.

Pero bueno, ¿tú qué tal? Di.
Lo mismo hasta tienes críos.
¿Qué tal te va con el tío ese?
Espero sea divertido.
Yo, la verdad, como siempre,
sigo currando en lo mismo.
La música no me cansa,
pero me encuentro vacío.

El tío ese es el novio que me contaste la última vez que hablamos. Vivía cerca de aquella casa que yo tenía por entonces, tenía más o menos mi edad, se llamaba como yo y se dedicaba casi a lo mismo. Confieso que tantas coincidencias me dieron rabia. Si sigues con el espero que te lo estés pasando bien. Lo de los críos lo descarto porque seguimos siendo demasiado jóvenes. Eso sí, espero que no tengáis perro. Yo no sigo currando en lo mismo pero es parecido, ya me conoces, a veces me canso de las cosas, pero la esencia sigue siendo la misma. Quizá si me sienta vacío a ratos.

Bueno, pues ya me despido,
si te mola me contestas.
Espero que mis palabras
desordenen tu conciencia.
Pues nada, chica, lo dicho,
hasta pronto si nos vemos.
Yo sigo con mis canciones
y tú sigues con tus sueños.

Acabamos mal por una estupidez. Yo apelé a nuestra amistad para que te comportaras como una persona responsable, casi acusándote de traición y no sé quién de los dos sacó más orgullo. Ante otros di la cara por ti y por eso creo que me jodió que me dejaras tirado. Ahora pienso que quizá te exigí demasiado. Todos tenemos derecho a escaparnos. Pues eso, a ver si algún día nos tragamos los dos nuestro orgullo y al menos nos vemos. Yo sigo con lo mío, y espero que tu alcances tus sueños. Algo vi por internet de tus pinitos como actor y creo que vas por buen camino.