Madrid es una ciudad grande. Si hablamos en términos maricas, Madrid es una ciudad MUY grande. La gente puede pensar, que un marica en Madrid puede encontrar todo lo que siempre ha soñado. Sin embargo, con respecto al ocio nocturno, yo echo en falta una discoteca.
Bueno, he dicho ocio… y eso no es del todo correcto. Si las discotecas fueran lugares de ocio puro no estarían sesgadas por géneros (maricas y no maricas, para entendernos). Son una mezcla de ocio y de “a ver si ligo”. Para que alguien vaya a una discoteca tiene que serle atractiva en cuanto a música y público. Y aquí es donde entran en juego las tribus urbanas: grupos de personas de gustos estetico-musicales parecidos. Como buena ciudad capitalista, Madrid y sus empresarios tratan de satisfacer a todas las tribus urbanas suficientemente numerosas como para que les salga rentable el invento, y así, tenemos:
- Elastico y 8 y 1/2: Para las “modernas”. Esas que no saben quienes son los Smiths pero idolatran todo lo que suena a ellos. Esas que no saben que 8 y 1/2 era una película de Fellini pero todas estudian cine. Al final es el mismo petardeo musical de siempre pero queriendo parecer modernos.
- Stardust: versión sucia de las modernas y por tanto, música más sucia, electrónica y con nombres imposibles.
- Liquid: treintañeros contentos con su vida, sus cuerpos pero no con su vida sentimental. Pero tienen que parecer muy felices y sonreir a la vez que escuchan la música de su Madonna querida negandose a aceptar que los 90 pasaron.
- Cool: Musculocas sudorosas restregandose al son del dance más pachanguero
- Boite: Pijas y más pijas. Hasta hace poco no tenían su sitio marica donde lucir sus Tommys, sus Lacoste y sus Ralphs. Ahora son felices bailando disco comercial barato.
- Ohm: Drogadictas, que solo pueden escuchar house.
- Delirio: Esta es más dificil de clasificar, pero la tribu predominante son las sudamericanas divinas con mucho tiempo libre a la caza de marido. Evidentemente sólo suena petardeo
- Long Play: Bakalas y pokeros maricas junto a niñatas divinas que se dividen entre un pachangueo post-moderno y el bakalao.
Con esta oferta se quedan varias tribus maricas sin discoteca a la que ir. A algunas de ellas no les importa: las opera queens tienen el Teatro Real par divertirse a la vez que cancanean, y las perrifláuticas nunca irían a una discoteca teniendo calle y casas okupas para el invierno. Sin embargo… ¿qué pasa con las maricas rockeras? ¿Las que quieran oir a Fito o Extremoduro? ¿Las que quieran bailar a Aretha? ¿Las que se emocionen con los Rodriguez o los Fabulosos Cadillacs? ¿Las que echan de menos a Nirvana? Se joden. No hay sitio para ellas. No sé si es que somos pocas o tontas, pero nos jodemos.
acm1pt