El punto de inflexión

Está muy extendida la idea de que el hombre, como ser humano, con la edad va aumentando sus capacidades intelectuales, físicas, reproductivas, etc… hasta que llega a un punto de inflexión a partir del cual todas estas capacidades comienzan a disminuir.

Dónde colocar este punto de inflexión ha suscitado grandes controversias y opiniones dispares a lo largo de la historia. Unos opinan que los mejores folladores son los más jovencitos pero también está el mito de los calvos maduritos como grandísimos reproductores. Otros argumentan que Einstein esbozó sus teorías principales a los 26 años y que a partir de ahí no tuvo ninguna idea brillante. Si nos fijamos en el ciclismo (ese deporte que siempre ha acompañado las siestas veraniegas de los españoles), encontramos corredores que alcazan su plenitud de forma física a los 26 años y otros que lo hacen a los 34.

Como este blog tampoco tiene excesiva vocación científica pasamos a enumerar las teorías sobre el punto de inflexión más peregrinas.

La longitud vital

Según esta teoría, el punto de inflexión vital se produce en el momento en que una persona iguala su edad al número de cms que le mide su miembro viril. Esto es unos 18 años para mucha gente, unos 22 para un selecto grupo, y poco más de 13 para esa supuesta media española que nadie (excepto los de pene pequeño) creen.

La superación del acumulado

La clave de esta teoría es la superación y por supuesto se vuelve a basar en el sexo. Consiste en que el punto de inflexión se alcanza el año en el que uno no es capaz de superar el número de parejas sexuales acumuladas. Esto es, si un chico español medio pierde la virginidad a los 19 años y, con un poco de suerte, ese año consigue tirarse a 3 personas el año siguiente deberá tirarse al menos a 4. Si lo logra, y digamos que se tira a 5, el siguiente año deberá superar el acumulado, 5 + 3 = 8: deberá tirarse como mínimo a 9. Si logra la proeza de tirarse a unas 10 personas (ya está espabiladito y le sobran recursos) tendrá un acumulado de 5 + 3 + 10 = 18. La cosa se pone chunga. Los grandes fuckers consiguen superarse, pero pocos sobrepasan los 25 sin haber llegado al punto de inflexión.

La primera molla

El título lo dice todo: cuando aparece la prrimera molla se alcanza el punto de inflexión vital. Esto solo vale por supuesto para aquellos que de siempre han tenido un cuerpo de figurín.

El primer gatillazo

También es sencillita. Solo aclarar que ha de ser un gatillazo sin causa normal explicable (exceso de alcohol o drogas, nerviosismos de primerizo, roturas de relaciones traumáticas, etc…). Desde la aparición de la Viagra y el Cialis esta teoría está perdiendo adeptos.

El +24

A partir del momento en el que tu cuerpo dice basta y las resacas duran más de 24 horas se alcanza el punto de inflexión.

El sexo y los pezones

Pezones de un lector de este blog

Los hombres no tenemos “tetas” protuberantes como tienen las mujeres (exceptuando a algunas musculocas vigoréxicas). Tenemos sin embargo pezones que en un principio no sirven para nada porque nosotros no podemos dar de mamar (bueno sí, cochinos, pero no de ahí). Pero los pezones puede ser muy útiles, según para qué personas, en las relaciones sexuales.

De acuerdo con su actitud hacia los pezones en el sexo podemos encontrar varios tipos de personas:

  • Pezonófobos: no soportan nada relacionado con los pezones
  • Pezonófilos: les gusta que los pezones formen parte de la excitación sexual
  • Pezoindiferentes: les da completamente igual

Dentro de los pezonófilos, por supuesto, hay distintos grados:

  • Aquellos que les excita que les toquen, acaricien, laman y chupen los pezones, serían pezonófilos pasivos
  • Aquellos que les excita tocar, acariciar, lamer y chupar pezones, serían pezonófilos activos
  • Los que comparten los dos puntos anteriores podríamos calificarlos como pezonófilos versátiles
  • Los que no sólo les encanta el tema pezones, sino que es lo que más les gusta de todo el sexo (o se excitan por el simple hecho de ver un pezón) serían pezonófilos radicales
  • Los que ya no solo les gusta que se los laman o chupen sino que se los pellizquen o muerdan hasta el dolor serían sadopezonófilos

Como todo en el sexo el truco está en ir descubriendo qué le gusta a tu pareja, o hacerle ver lo que te gusta, experimentando poco a poco. No conviene atacar un pezón directamente con demasiada ansia porque puede resultar doloroso, es conveniente que esté húmedo… vamos, como un clítoris.

Para terminar una pequeña encuesta.

¿Cual es tu relacióncon los pezones en el sexo?

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Carta de solidaridad a Esperanza Aguirre

Querida Esperanza:

Acabo de leer la carta que le has enviado al ministro del interior quejándose por la actuación policial ante el asalto de tu vivienda y solo puedo decir que estoy completamente de acuerdo y que me solidarizo contigo.

A nuestra casa también entraron unos sujetos y, como nosotros no tenemos ni cámaras de seguridad ni guardias civiles de servicio, nos robaron. No teníamos mucho dinero ni cosas de valor porque los dos somos profesores en paro (ya sabes cómo está la enseñanza en Madrid). Pero se llevaron de todo: El rosario de mi madre, un consolador divino que teníamos con brillantes falsos (igualito al de Victoria Beckham), el portátil con el que mi santo estaba escribiendo su tésis y un par de imanes del frigorífico que teníamos de un viaje a Sitges.

Llamamos a la policía y vinieron un par de inspectores que nos hicieron unas cuantas preguntas y rellenaron un informe. Ni tomaron huellas, ni buscaron restos de pelo para identificar el ADN ni nada.Lo mismo que te ha pasado a ti que los policías no le hicieron la prueba de alcoholemia a esos bandidos que entraron en tu casa (bueno, tu palacio, porque me ha contado mi santo que eres marquesa y que realmente lo que tienes es un palacete). Mi santo dice que la prueba de alcoholemia solo es necesaria para acreditar de cara a un juicio la embriaguez del acusado, puesto que puede resultar un agravante (en caso de accidentes de tráfico) o un atenuante y que cuando no es necesaria con un poco de sentido común y olfato basta para saber sin iban borrachos.

Pero yo creo que es todo una sucia jugarreta socialista: los policías sabían que era tu palacio y, como son nacionales, son todos unos esbirros de los socialistas, llamaron a su jefe, el ministro, para que dejaran marchar impunes a estos salvajes perroflautas que querían okupar tu casa. Y encima la Guardia Civil sin poder hacer nada. Hasta en la benemérita se han infiltrado los socialistas y le han quitado su tricornio y todo, con la mar de bonito que quedaba (a mi es que siempre me han puesto mucho los hombres de uniforme).

Tampoco quiero decir que porque seas la lideresa de Madrid tengas que recibir un trato especial de la policía y de la justicia y que se castigue a esos asaltantes con especial ahínco. No. Todos los españoles de bien y de misa diaria deberíamos estar seguros y protegidos por las fuerzas de seguridad: que detengan a esos sujetos que han roto la tapa del contenedor de basura de mi edificio, a la parejita que se coló en mi portal a fornicar un sábado a las 3am o a los chinos de enfrente que seguro que matan gatos. Si tienen tomar más huellas y dedicar más efectivos a estas cosas que lo hagan y que se dejen de tanta violencia doméstica que al fin y al cabo es una cosa que ha pasado siempre y ha de resolverse en el ámbito domestico.

No quiero despedirme de ti sin decirte que soy muy fan tuyo y pedirte un pequeño favor. Yo siempre he sido muy devoto de la virgen de la Macarena y mi mayor ilusión es poder casarme allí con mi santo, nada de matrimonios civiles de esos que ha puesto ZP que no son más que una herejía. Como yo sé que tú tienes mano con muchos obispos y cardenales a ver si los puedes convencer para que nos dejen casarnos allí. Y tú de madrina. Sería estupendo.

Atentamente,

Paco.

Consejos para la futura alcaldesa Ana Botella

Últimamente se ha acusado a este blog, no sin razón, de cierta inquina hacia la derecha española. Como rectificar es de sabios vamos a intentar entrar con buen pie con la futura alcaldesa de Madrid enterrando el hacha de guerra y siendo positivos y constructivos. Esta es la carta que le acabamos de enviar con unos cuantos consejos:

Querida Ana,

En breve, por obra y gracia de don Mariano y don Alberto, te convertirás en la nueva alcaldesa de los madrileños sin haber pasado por eso tan democrático que son las urnas. Entendemos que este hecho puede despertar recelos y desde aquí queremos darte unos cuantos consejos para que entres con buen pie.

  1. Búscate un buen equipo. Sabemos que tú a esto de la política llegaste de rebote por aquello de ser presidenta consorte. A grandes males grandes remedios. No seas orgullosa y rodéate de gente brillante y con experiencia y déjate aconsejar por ellos.
  2. No te tomes las cosas de manera personal. Vas a recibir muchos ataques, algunos de ellos directamente contra tu persona. No entres en ese juego. Ahora te has convertido en una política de primera y tienes que actuar como tal.
  3. Sé flexible. Dicen que rectificar es de sabios. Un político que rectifica es doblemente sabio, así que si hace falta trágate tu orgullo, admite los errores y actúa en consecuencia.
  4. Escucha a todos. Como concejala de medio ambiente tenías que defender lo tuyo: que si el aire de Madrid estaba muy limpio, que si las fiestas del orgullo ensuciaban mucho… Ahora como alcaldesa tendrás que preocuparte de todo Madrid. No caigas en el error de escuchar solo a los tuyos, escucha a los mayores, a los jóvenes, a los sin hogar, a los gays, a los heteros,  a los cristianos, a los ateos… porque vas a ser la alcaldesa de todos los madrileños.
  5. Folla más. Todos sabemos de tu conservadurismo religioso y cercanía al Opus Dei y Legionarios de Cristo. Eso te ha impedido llevar una vida sexual sana al tener prohibido el uso de anticonceptivos y viendo los pocos hijos que tienes. Aprovecha ahora que ya has pasado la menopausia y que tu marido se ha puesto cañón para poder follar alegremente todas las noches (eso sí, con la luz apagada y usando solo la postura del misionero, que tampoco queremos cabrear a la Iglesia). Verás como tu caracter mejora bastante.
  6. Utiliza a tu marido como alcalde consorte. Esto es, llévalo a actos sociales relevantes de la capital. Ahora la jefa eres tú y el se tiene que limitar a saludar y a sonreir. Además así de paso conseguimos que esté calladito, que últimamente se le había ido la olla un poco.
  7. No hagas honor a tu apellido. Desde que el gran Tierno Galván le diera un trago a aquella botella en el Palacio de los deportes y dijera lo de «¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque… y al loro!» la alcaldía de Madrid ha tenido siempre fama de puesto borrachuzo. Álvarez del Manzano aparecía coloradete en público más veces de la cuenta, y a tu querísidimo Gallardón lo han pillado más de una vez “contentillo”.
  8. Gasta con mesura. Tu antecesor te ha dejado (y a todos los madrileños) una patata caliente con el consistorio más endeudado de España. Tardaremos muchos años en recuperar el equilibrio de las arcas públicas, así que nada de obras faraónicas que tanto os gustan a los políticos. Gasta el dinero en la gente. Por cierto, el tesoro ese que todos tus antecesores han intentado encontrar levantando las calles de Madrid varias veces no existe.
  9. Culturízate. Todos sabemos que tu amigo Sánchez Dragó nunca te invitó a su programa a hablar de libros. Piensa que por allí han pasado personajes de la talla de Agatha Ruíz de la Prada o tu marido. Tienes que estar a la altura.
  10. Olvídate de los JJOO. Todos sabemos que el alcade que consigue los JJOO para su ciudad permanece en la alcaldía hasta después de terminados los juegos. Pero ¿quieres estar de alcaldesa hasta 2020? Piénsalo bien, tú vales para más que eso. Y con todo lo que vas a aprender puede que llegues a presidenta. Además, reconoce que la idea de una pelea de zorras damas con Esperanza Aguirre te excita.

Diez rumores gays que circulan por internet

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A continuación diez rumores que han circulado por internet en algún momento. Probablemente muchos (o incluso todos) sean falsos, pero no por eso menos divertidos:

  • El ministro Miguel Sebastian frecuentaba diversos chats gays y no tenía ningún pudor en mostrar su inmenso pollón por la webcam.
  • Uno de los hijos mayores del ex ministro Álvarez Cascos regentó un pub en chueca durante un tiempo y organizaba peculiares fiestas una vez cerrado el local.
  • Nacho Vegas fue chapero durante parte de su vida. Por vicio y para pagarse la heroína.
  • Uno de los inegrantes de D’Nash no es gay.
  • Almodóvar los prefiere ositos.
  • El perfil de grindr con una foto de Fernando Tejero no es un fake, es él en realidad.
  • A Miguel Bosé le encantan los caballos. Y los cuidadores.
  • En la nueva etapa del Teatro Real muchos contratos se están cerrando después realizar un trío.
  • El actor Tom Cruise contrataba a actores porno gays que para que se lo montaran en una habitación de su mansión mientras él observaba anónimamente tras un falso espejo.
  • En el vestuario del Real Madrid es tradición masturbarse antes de comenzar los partidos.

El mayor triunfo de Steve Jobs

Irónica es la vida pero más irónica es la muerte. Ayer murió Steve Jobs. Hoy la mayoría de medios del mundo y gran parte de la web 2.0 le dedican hondas elegías donde ensalzan su figura como el gran inventor del siglo. Destacan que hizo progresar la humanidad con sus deslumbrantes inventos haciendo la vida más fácil a todo el mundo y lo comparan con Einstein o con Edison.

Jobs no inventó nada. El Apple I lo inventó su amigo Steve Wozniak. Él lo vendió. Y eso es lo hizo durante toda su vida: vender sus productos. Y los vendía como nadie. La genialidad de Jobs reside en haber sido capaz de vender sus productos a una elite adinerada dispuesta a pagar más gracias a la imagen “cool” que conseguía proyectar sobre su marca. Su habilidad como vendedor se complementaba perfectamente con la de un estratega que sabía identificar los productos y las tecnologías que otros habían desarrollado para hacerlos suyos, meterlos en la brillante maquinaria de Apple y venderlos bajo ese halo brillante de producto Apple que gracias a su márketing muchos idolatraban.

Steve Jobs no hizo progresar al mundo. Ni siquiera al mundo tecnológico. Hizo progresar a su propia compañía atacando ferozmente al resto con su agresiva política de patentes. Siempre intentó imponer como estándares las tecnologías a las que solo un grupo de elegidos tenía acceso: su propio estándar no interoperable del que solo se beneficiarían los consumidores de sus productos.

A nivel personal Steve Jobs, según la gente que lo ha tratado, era un malhumorado cualquiera. Demasiado agresivo, siempre quejándose y discutiendo todo, un infeliz que siempre quería pisotear a los demás. Ahora, con su muerte, muchas de esas personas que lo reconocían como un capullo se están dedicando a ensalzarlo como una estupenda persona. Ese ha sido el mayor triunfo de Steve Jobs como persona, conseguir para sí mismo lo mismo que consiguió para los productos que vendía: el estatus de algo maravilloso y necesario.

Los exnovios

Exnovio es una de esas palabras que al oírlas pueden generar sensaciones muy diferentes en función del contexto: cariño, rabia, odio, añoranza, pena, alegría, asco, lascivia, etc…

El exnovio comienza a existir cuando se rompe una relación de pareja  y con él comienza otra nueva: la relación entre exnovios.Esta vendrá condicionada por los dos componentes de la extinta relación pero para simplificar, siguiendo la regla de “la culpa es de él”, reduciremos su estudio en función del comportamiento “del otro”. Así tenemos distinto tipos de exs:

  • El atormentado: Es ese al que se le ha acabado el mundo al dejarlo. No para de sufrir. No te lo dirá nunca directamente, pero te lo dejará intuir. Si es un chico 2.0 lo hará con sus estados de facebook, su blog y su twitter y sus listas de reproducción de spotify solo contendrán canciones de pena.
  • El pesado por volver: Insistirá en quedar para ir al cine, para cenar, y siempre intentará volver. No importa cuántas veces le digas que no. Su moral no tiene límites.
  • El desaparecido: No querrá saber nada más de ti. Nunca. Borrará tu número de teléfono y hará como que no te ha visto si os cruzáis en la calle. Manu Chao le dedicó una canción.
  • El parásito: Antes de ti tenía poca vida. Al empezar a salir contigo se le abrió el cielo y se hizo íntimo de tus amigos y ahora que habéis cortado solo tiene esos amigos. No hay manera de quitárselo de encima.
  • El ostentoso: Ha rehecho su vida rápidamente y hace lo posible para que te enteres de todos los tíos que se tira o de sus nuevos amores que son mucho mejores que tú. Y encima le aguantas.
  • El amigo: Todo acabó de manera más o menos amistosa y ahora es uno de tus mejores amigos. Se alegra por ti y tú por él. ¡Qué bonito!
  • El reincidente:  Podría encajar con cualquiera de los tipos amigo, parásito o pesado, con la única diferencia de que de vez en cuando cae un polvo. Por los viejos tiempos. Y porque nadie me folla como tú.
  • El avergonzado: Sabe que se portó como un auténtico cabrón y no se atreve a dirigirte la palabra. Y bien que hace.
  • El cambio radical: Tú eras el origen de todos sus males. Tú le llevaste a la mala vida. Ahora que ya no estáis juntos quiere dejar de lado toda esa mala vida, hacer deporte, no beber y cosas de esas. Tu sabes que eso no tiene ningún futuro pero mantienes un respetuoso silencio acerca de ello.
  • El convertido: No era gay. Era bisexual o hetero confundido. Ahora tiene novia y se avergüenza de ti. Tu no sabes si sentir pena por su novia u orgullo por ser el que lo amariconó.
  • El cafetero: Lo vuestro acabó de aquella manera pero se esfuerza por mantener el contacto y se asegura de que al menos una vez al mes quedéis para tomar café. Él te contará qué tal le va en el trabajo, con su nuevo novio y demás. Todo bien, pero distante. Al final se convierte en algo parecido a esa tía abuela que visitas dos veces al año.
  • El reencuentros: Nunca te llama, nunca os veis pero cuando una noche os encontráis de casualidad se comporta como si aún fuerais novios o amigos íntimos. Una gran noche de juerga y promesas de “a ver si quedamos” pero nunca te llamará. Ni tú a él porque te da pereza.
  • El perro del hortelano: Ni quiere volver contigo ni quiere que te eches otro novio. Le gusta tenerte cerca como un perrito, dándote esperanzas vanas. ¡Cuánto cabrón!
  • El salvavidas: Lo ves poco, pero cuando estás jodido o metido en un buen lío siempre está ahí para salvarte. Siempre hay que tener al menos uno de estos en la lista de exnovios.
  • El llorica: Solo te llama para contarse sus penas varias. Lleva siempre kleenexs de sobra cuando quedes con él.

 

 

Yo quiero ser

El fin de semana pasado nos juntamos un grupo numero de amigos para ir a Chueca. Acabamos en una de esas discotecas donde se está mejor en la plaza con los que fuman que dentro.

A nuestro grupo se habían unido unas cuantas personas que habíamos conocido esa misma noche. Como si de un juego se tratase se me ocurrió decir “yo quiero ser…” y mirar inquisitivamente a uno del grupo. Y así todos dijeron lo que querían ser:

  • Yo quiero ser el escritor de una saga como Harry Potter y que la gente sea feliz leyendo mis libros
  • Yo quiero ser cantante maldito de rock y que mis canciones se conviertan en himnos
  • Yo quiero ser guionista y hacer algo como The Wire en España
  • Yo quiero ser alcalde de Madrid y arreglar esta maldita ciudad
  • Yo quiero ser dibujante de comics y que la gente aguarde todos los meses para leer el último número
  • Yo quiero ser director de cine y que mis películas signifiquen lo que significaron las de Almodóvar en la movida
  • Yo quiero ser actor y conseguir que le gente llore en el teatro
  • Yo quiero ser programador de videojuegos y hacer el videojuego que más cariño le tenga la gente

Nadie dijo que quería ser rico. Ni guapo. Ni famoso. Entonces me desperté. Y tenía resaca.