Se conocieron una noche calurosa de verano. Con la primera mirada, quedaron enamorados. Él era alto y fuerte. Ella guapa y sensual. Esa misma noche prometieron no separase jamás. Vivieron mil aventuras viajando sin parar de saltar juntos de un lado para otro. Habitaron en lugares poblados, desérticos, limpios, sucios. Conocieron a todo tipo de personas: hombres, mujeres, adolescentes, heterosexuales, gays… sobre todo gays. Fueron felices y tuvieron multitud de hijos que repartieron por medio mundo. Hasta que un día, alguien reparó en su presencia y decidió acabar con ellas. Un líquido venenoso y una cuchilla de afeitar fueros sus verdugos.
Dedicado con cariño a todos mis amigos que han tenido ladillas este verano.
Jajajaja, qué grande!