Existe una moda, muy extendida estos dias entre el colectivo homosexual más joven, que consiste en sentirse orgullo y presumir de “virginidad”. Para poder comprender este fenómeno pasamos a realizar un breve análisis sobre el tema.
La virginidad, como hecho físico, significa la presencia de un himen intacto en la mujer. Por tanto no es un concepto aplicable al hombre.
Existe otro concepto de virginidad: la virginidad sexual. Ésta si es aplicable tanto a hombres como a mujeres. Esta virginidad sexual viene determinada por el hecho de haber tenido relaciones sexuales o no. Sin embargo esto nos trae un nuevo problema: ¿Qué son relaciones sexuales?. En la respuesta a esta pregunta está el quid de la cuestión.
La corriente más extendida considera que una relación sexual es aquella que ocurre entre dos o más personas que mantienen un contacto prolongado que involucre los genitales y/o el ano. Así, se consideran relaciones sexuales: una mamada, las típicas pajillas mutuas entre amigos jugando a la play, un beso negro, penetrar a tu novio con un consolador, un bukake, hacerle un dedo a una chica, comerle el coño, la penetración vaginal, la penetración anal, una doble penetración, etc…
Otra corriente, minoritaria y a opinión de los autores de este blog errónea, considera relaciones sexuales únicamente aquellas en las que hay penetración vaginal o anal con el pene. ¡Qué antiguos! A esta corriente se adhieren los mariquitas a los que nos refeíamos al comienzo del artículo. No han penetrado ni han sido penetrados pero se han hinchado a comer pollas, a que se las coman, a pajear y a que les pajeen pero se llaman orgullosamente a sí mismos “vírgenes”. ¡Cuánto daño han hecho los Jonas Brothers!
Un problema derivado de estas concepciones diferentes de las relaciones sexuales es la confusión que de da en el concepto más coloquial de follar. Cuántas veces nos habrá dicho un amigo que lleva 3 meses sin follar y nosotros, amplios de miras con el concepto de relación sexual, nos compadecemos por su triste sequía sexual para luego enterarnos con sorpresa que en esos 3 meses se han comido 12 pollas diferentes, algunas de ellas varias veces. Ah, es que eso no es follar, dicen. Para solucionar este problema lingüístico un sabio amigo, con sus 18 añitos formuló esta maravillosa doble definición: “follar es cualquier cosa, follar follar es polla en culo”. Creo que alguien lo escribió aquella noche en un post-it y le hizo una foto. Mataría por tenerla enmarcada en mi salón.
Jajajajajaja. Pero con qué clase de gentuza te juntas…
Y siempre hay los que se consideran muy orgullosos de que “no han sido follados”, como si eso fuera un plus.
Me voy, que hoy tengo trío.
Virgin Mary. Because anal doesn’t count.
Yo también soy de la corriente que afirma que un gay pierde la viginidad cuando come una polla o se la pajea a alguno, o viceversa, sin que halla penetración de por medio.
Pero tengo que decir que muy posiblemente esté más extendida la otra acepción entre los heteros, porque no me ha pasado pocas veces que le comente a alguien que no soy virgen y a continuación diga: “¿pero si tú no te has follado a ninguna tía, no?”.
Y a mi humilde entender la palabra follar se explica por sí sola. Follar es follar y comer pollas es comer pollas.
Mocho: con qué gente más antigua te juntas! jajaja
y existen aquellos virgenes de polla (que no la han metido), o de orejas, o virgenes en trios, o virgenes de follar en un sauna mientras se escucha una cancion de madonna, o virgenes de comerse a una tia… en fin