Conocerás al hombre de tus sueños es el título de una maravillosa película de Woody Allen. Yo a Woody Allen le tengo un cariño especial porque de pequeño siempre veía sus películas en la televisión con mi madre (él y Hitchcock eran claramente nuestros favoritos). Años más tarde me eché un novio con el que veía las películas de Allen en la cama.
Toda esta introducción sentimentaloide se justifica por el tema del artículo de hoy: ese proceso tan curioso de conocer al hombre de tus sueños por internet. Dos premisas básicas:
- Eso de conocer a posibles novios por internet es una cosa que se hace de postadolescente. Uno se equivoca, comete muchos errores y aprende de ellos para no volver a cometerlos.
- De mayorcito, una vez abandonados todos los perfiles en páginas guarras, uno vuelve a conocer a alguien por internet, y se vuelven a repetir los errores. Como cantaba Gardel: “y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor”.
Y es que, jo, qué bonito es eso de imaginar al hombre de tus sueños al otro lado de la pantalla. Porque haya o no fotos o webcams de por medio, siempre quedará algo por conocer: tal vez la voz, la forma de mirar, la pluma oculta, el sexo, mil cosas. Y mientras tanto hacemos eso que cantaba Cecilia:
A veces sueña y se imagina
cómo será aquel que tanto la estima.
Sería un hombre más bien de pelo cano,
sonrisa abierta y ternura en las manos.
¿Para cuándo una secta de adoradores gays de Cecilia? Es a la única persona que podré perdonarle el laísmo.
Luego viene aquello de la primera cita, quizás el primer polvo, los amores consumados y los olvidados y todas esas cosas con sus grandezas y sus miserias. Pero jo, qué bonito es lo de estar conociendo al hombre de tus sueños.
Muchas gracias, hacía mucho que no escuchaba esta canción… ¡Casi se me había olvidado! Ha estado bien redescubrirla y darme cuanta de que hay algo más allá -y antes- de mis grupos favoritos.
Los novios se encuentran cuando y donde menos te lo esperas, ya sea en la red, en una discoteca o en el parking de la plaza de toros. Existen los mirlos blancos, pero hay que tener la ventana abierta para que uno se cuele en tu dormitorio.
jajaja cada día me desconciertas más, y yo que pensaba que eras de los que se corrían y se les acababa el enamoramiento 😛
p.d. lo mejor de la canción es el acompañamiento de piano, es precioso.
Ay @Ppastosos…
Reconozco que me cuesta saber cuántos años tienes. Supongo, por las amistades de las que te rodeas, que andas en los veinti-muypocos, pero (acéptamelo como un cumplido) tienes un coco mucho más maduro.
Supongo, si tu experiencia es parecida a la mía, que es desesperante. Que no llega…
Hice el perfil más cuidado y fiel a mi mismo que puedas imaginar en una web de esas y quedé con mogollón de tíos que cribaba (y me cribaban) con bastante buen criterio, buscando con anhelo al chico por el que mereciera la pena apostar fuerte, echar un órdago. Pero no lo encontré. Y fue cuando me hice el perfil más sucio, el que sólo servía para enseñar la polla y buscar a quien me desease por ella, cuando encontré al tío más maravilloso que hay en el mundo.
Es sólo casualidad. Una casualidad que a veces se hace mucho de rogar.
Quizás no te deje nada satisfecho leer un cuento de hadas como este. Pero quiero animarte a que no dejes la búsqueda (muchos chicos, cansados de buscar, lo hacen). Encontrarle a él es lo mejor que me ha pasado en mi vida. No te pierdas eso.
A mi ex también lo conocí en una página «de esas». Hoy, la vida y sus pertinaces circunstancias nos han separado. Pero fueron sin duda, hasta ahora, los mejore cuatro años de mi vida.