Fascinado me hallo ante los avances de la ciencia y el diseño industrial aplicados al sexo. Fíjense si no en la evolución del packaging (sé que esta palabra hará las delicias de los lectores amantes del diseño) del lubricante Durex:
Ha pasado de tener un tapón tradicional que lo dejaba todo pringoso a tener un dosificador antigoteo heredado de los tarros de miel, los botes de leche condensada (que sutil coincidencia) y los detergentes Ariel hiperconcentrados. Por no hablar de la forma ergonómica que además de permitir apretar de forma mucho más comoda el botecito, empieza a recordar sospechosamente una forma fálica (¿qué usos da la gente a los botes de lubricante?).
Aprovechando el tema de los lubricantes, y siguiendo con la tradición de servicio público (sin subvenciones) de este blog, incluimos a continuación una lista de 10 productos que no deben ser usados nunca como lubricantes para la penetración anal (y sí, hay gente por ahí que los ha usado):
- Agua y jabón: Brillante idea lo de diluir el jabón con agua… ¿pero alguien ha pensado en lo que pasa cuando se seca la solución? Que el jabón se acartona. Y si la idea era que aquello entrara más suavecito… pues todo lo contrario: a raspar! Aunque hay gente para todo, claro.
- Mantequilla: ¡Cuánto daño hizo la famosa escena de “El último tango en Paris”!. La mantequilla es un producto oleoso, que con la fricción sus moléculas se separarán y por un lado erosionarán la mucosa anal y por otro lado el condón. Por no hablar del pestazo que dejará en zonas tan íntimas y las manchas de grasa en sábanas, almohadas y demás.
- Gel de ducha: su composición química desgasta el preservativo y provoca microagujeros… A parte… ¿habéis leído lo que dice sobre el contacto con los ojos? ¿Sabéis como se llama también al ano? Pues ya está.
- Saliva: Sí, todos conocemos el dicho “con paciencia y saliva, se la metió el elefante a la hormiga“. Aquí el problema es que realmente es poco útil.
- Aceite de oliva: mismo problema que la mantequilla. Por no hablar de la contradicción de utilizar uno “virgen extra”.
- Acondicionador: vale que deja el pelo suave, pero de nuevo su composición química daña los preservaticos. Y un estupendo ardor en el culo (que es una zona muy sensible)
- Gomina: desde luego yo no sé como a la gente se le ocurre usar lo primero que encuentra en el baño. Solo pensad una cosa: es pegamento.
- Lubricantes de efecto frío o calor: evidentemente estos son de base acuosa y no presentan nigún problema para usarlos con preservativos. El problema es que a no todo el mundo le gusta experimentar procesos químicos desconocidos en sus partes más íntimas. A no ser que estéis completamente seguros de que el que pone el culo los tolera, no os arriesguéis a joder un polvo.
- Vaselina: Oh, llegamos a la manida vaselina, esa palabra que siempre usan los heteros cuando se hablar de penetraciones anales. Desconfiad de los heteros. La vaselina es un derivado del petróleo, y tenéis que ver lo rápido que se destruye el látex al contacto de estos derivados
- Aceites para bebés: “Si es bueno para la piel de un bebé, tiene que ser bueno para un culo”. Error. Al bebé no le meten ese aceite por el culo ¿verdad?. Pues lo mismo. Además también suelen incorporar derivados del petróleo degradando peligrosamente los preservativos.