Esta nueva entrega de nuestra serie tipos de maricas es un tanto especial. Esta vez nos ocuparemos no de un tipo de marica sino de los diferentes tipos de madres que un marica puede tener.
- Madres negacionistas: cuando su hijo le cuenta que es marica (o se entera en embarazosas circustancias) se empeña en negarlo. Su hijo no es así y eso es algo temporal. Cuando ya no le queda más remedio que convivir con la realidad simplemente ignora el tema, no se puede comentar y a la mínima cambia de conversación. Es muy sufrido para los yernos que se sienten tremendamente ignorados y fuera de juego.
- Madres preocupadas: “Ay pobrecito mi hijo, que es muy chico y le van a hacer mucho daño en este mundo“. Todo esto es porque quieren mucho a su hijo, pero un exceso de protección puede llegar a ser asfixiante, sobre todo en edades tiernas. Recomendación si se tiene una de estas madres: no salir del armario en casa hasta los 18 años.
- Madres enrolladas: son esas que están contentísimas de que sus hijos sean maricas y quieren vivirlo como una segunda juventud, ponerse al día y enterarse de todo.Les encantan los cotilleos y a veces hasta quieren acompañar a sus hijos a bares de ambiente. Son especialmente peligrosas si están solteras.
- Madres nazis: eso de ser maricón es una cosa de pervertidos, degenerados, pederastas y promiscuos. Así que nada de ir con maricones. Lo primero es llevar al niño al psicólogo o al cura del pueblo a ver si le pueden curar. Irá a más manifestaciones por la familia que nunca y posiblemente sufra como buena cristiana por peso que le ha tocado soportar.
- Madres casamenteras: son esas a las que lo de que su hijo sea marica, si él es feliz, no les molesta demasiado. Pero lo que más quieren, por encima de todo, es que sus hijos se busquen un buen novio y se casen. Si encima pueden adoptar y hacerlas abuelas ya serían completamente felices. Ninguna crisis les hará arrepentirse de su voto por Zapatero.
- Madres discretas: si su hijo ha salido marica, qué se le va a hacer. Pero eso de que hablen en el pueblo, en el trabajo o en el barrio de que su niño es mariquita nada. Ni que se entere su cuñada esa que tiene los 2 hijos casados con unas nueras estupendas.