No son cuernos

Estas son algunas de las variopintas definiciones que he escuchado a lo largo de mi vida de lo que no son cuernos:

  • Si es a más de 300Km de distancia de tu novio, no son cuernos
  • Si es en otro país, no son cuernos
  • Si no hay besos, solo sexo sin amor, no son cuernos
  • Si ya lo conocías de antes de conocer a tu novio, no son cuernos
  • Si era un polvo que tenías pendiente de antes, no son cuernos
  • Si es con un ex, no son cuernos
  • Si solo son besos, sin sexo, no son cuernos
  • Si vas demasiado borracho no cuenta y no son cuernos
  • Si no te corres, no son cuernos
  • Una mamada no son cuernos
  • Si no hay penetración, no son cuernos
  • Si no se entera, no son cuernos

Abercrombie en Madrid

Inauguración de la tienda de Abercrombie en Madrid

 

Ya llegó Abercrombie a Madrid con su look de marica de armario intentando parecer hetera pija. Porque no nos engañemos, el público objetivo de esta marca es mayoritariamente gay. Sus catálogos, su revista, su extinta televisión, sus dependientes-modelos aniñados con cuerpos esculpidos y sin un pelo, la colonia de hombre que rebosa en sus tiendas…

Eso sí, guardando las apariencias porque hay que parecer hetera: los modelitos de la inauguración de la semana pasada solo se hacían fotos con las chicas. Inaccesibilidad acorde con los precios de su ropa.

Aunque todo esto nos pueda parecer un tanto rancio, probablemente les vaya bien con los tiempos que corren.

Foto cortesía de pasaelmocho, hecha por su Tx desde un taxi

El sexo y los pezones

Pezones de un lector de este blog

Los hombres no tenemos “tetas” protuberantes como tienen las mujeres (exceptuando a algunas musculocas vigoréxicas). Tenemos sin embargo pezones que en un principio no sirven para nada porque nosotros no podemos dar de mamar (bueno sí, cochinos, pero no de ahí). Pero los pezones puede ser muy útiles, según para qué personas, en las relaciones sexuales.

De acuerdo con su actitud hacia los pezones en el sexo podemos encontrar varios tipos de personas:

  • Pezonófobos: no soportan nada relacionado con los pezones
  • Pezonófilos: les gusta que los pezones formen parte de la excitación sexual
  • Pezoindiferentes: les da completamente igual

Dentro de los pezonófilos, por supuesto, hay distintos grados:

  • Aquellos que les excita que les toquen, acaricien, laman y chupen los pezones, serían pezonófilos pasivos
  • Aquellos que les excita tocar, acariciar, lamer y chupar pezones, serían pezonófilos activos
  • Los que comparten los dos puntos anteriores podríamos calificarlos como pezonófilos versátiles
  • Los que no sólo les encanta el tema pezones, sino que es lo que más les gusta de todo el sexo (o se excitan por el simple hecho de ver un pezón) serían pezonófilos radicales
  • Los que ya no solo les gusta que se los laman o chupen sino que se los pellizquen o muerdan hasta el dolor serían sadopezonófilos

Como todo en el sexo el truco está en ir descubriendo qué le gusta a tu pareja, o hacerle ver lo que te gusta, experimentando poco a poco. No conviene atacar un pezón directamente con demasiada ansia porque puede resultar doloroso, es conveniente que esté húmedo… vamos, como un clítoris.

Para terminar una pequeña encuesta.

¿Cual es tu relacióncon los pezones en el sexo?

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Diez rumores gays que circulan por internet

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A continuación diez rumores que han circulado por internet en algún momento. Probablemente muchos (o incluso todos) sean falsos, pero no por eso menos divertidos:

  • El ministro Miguel Sebastian frecuentaba diversos chats gays y no tenía ningún pudor en mostrar su inmenso pollón por la webcam.
  • Uno de los hijos mayores del ex ministro Álvarez Cascos regentó un pub en chueca durante un tiempo y organizaba peculiares fiestas una vez cerrado el local.
  • Nacho Vegas fue chapero durante parte de su vida. Por vicio y para pagarse la heroína.
  • Uno de los inegrantes de D’Nash no es gay.
  • Almodóvar los prefiere ositos.
  • El perfil de grindr con una foto de Fernando Tejero no es un fake, es él en realidad.
  • A Miguel Bosé le encantan los caballos. Y los cuidadores.
  • En la nueva etapa del Teatro Real muchos contratos se están cerrando después realizar un trío.
  • El actor Tom Cruise contrataba a actores porno gays que para que se lo montaran en una habitación de su mansión mientras él observaba anónimamente tras un falso espejo.
  • En el vestuario del Real Madrid es tradición masturbarse antes de comenzar los partidos.

Los exnovios

Exnovio es una de esas palabras que al oírlas pueden generar sensaciones muy diferentes en función del contexto: cariño, rabia, odio, añoranza, pena, alegría, asco, lascivia, etc…

El exnovio comienza a existir cuando se rompe una relación de pareja  y con él comienza otra nueva: la relación entre exnovios.Esta vendrá condicionada por los dos componentes de la extinta relación pero para simplificar, siguiendo la regla de “la culpa es de él”, reduciremos su estudio en función del comportamiento “del otro”. Así tenemos distinto tipos de exs:

  • El atormentado: Es ese al que se le ha acabado el mundo al dejarlo. No para de sufrir. No te lo dirá nunca directamente, pero te lo dejará intuir. Si es un chico 2.0 lo hará con sus estados de facebook, su blog y su twitter y sus listas de reproducción de spotify solo contendrán canciones de pena.
  • El pesado por volver: Insistirá en quedar para ir al cine, para cenar, y siempre intentará volver. No importa cuántas veces le digas que no. Su moral no tiene límites.
  • El desaparecido: No querrá saber nada más de ti. Nunca. Borrará tu número de teléfono y hará como que no te ha visto si os cruzáis en la calle. Manu Chao le dedicó una canción.
  • El parásito: Antes de ti tenía poca vida. Al empezar a salir contigo se le abrió el cielo y se hizo íntimo de tus amigos y ahora que habéis cortado solo tiene esos amigos. No hay manera de quitárselo de encima.
  • El ostentoso: Ha rehecho su vida rápidamente y hace lo posible para que te enteres de todos los tíos que se tira o de sus nuevos amores que son mucho mejores que tú. Y encima le aguantas.
  • El amigo: Todo acabó de manera más o menos amistosa y ahora es uno de tus mejores amigos. Se alegra por ti y tú por él. ¡Qué bonito!
  • El reincidente:  Podría encajar con cualquiera de los tipos amigo, parásito o pesado, con la única diferencia de que de vez en cuando cae un polvo. Por los viejos tiempos. Y porque nadie me folla como tú.
  • El avergonzado: Sabe que se portó como un auténtico cabrón y no se atreve a dirigirte la palabra. Y bien que hace.
  • El cambio radical: Tú eras el origen de todos sus males. Tú le llevaste a la mala vida. Ahora que ya no estáis juntos quiere dejar de lado toda esa mala vida, hacer deporte, no beber y cosas de esas. Tu sabes que eso no tiene ningún futuro pero mantienes un respetuoso silencio acerca de ello.
  • El convertido: No era gay. Era bisexual o hetero confundido. Ahora tiene novia y se avergüenza de ti. Tu no sabes si sentir pena por su novia u orgullo por ser el que lo amariconó.
  • El cafetero: Lo vuestro acabó de aquella manera pero se esfuerza por mantener el contacto y se asegura de que al menos una vez al mes quedéis para tomar café. Él te contará qué tal le va en el trabajo, con su nuevo novio y demás. Todo bien, pero distante. Al final se convierte en algo parecido a esa tía abuela que visitas dos veces al año.
  • El reencuentros: Nunca te llama, nunca os veis pero cuando una noche os encontráis de casualidad se comporta como si aún fuerais novios o amigos íntimos. Una gran noche de juerga y promesas de “a ver si quedamos” pero nunca te llamará. Ni tú a él porque te da pereza.
  • El perro del hortelano: Ni quiere volver contigo ni quiere que te eches otro novio. Le gusta tenerte cerca como un perrito, dándote esperanzas vanas. ¡Cuánto cabrón!
  • El salvavidas: Lo ves poco, pero cuando estás jodido o metido en un buen lío siempre está ahí para salvarte. Siempre hay que tener al menos uno de estos en la lista de exnovios.
  • El llorica: Solo te llama para contarse sus penas varias. Lleva siempre kleenexs de sobra cuando quedes con él.

 

 

Mamadas

Aunque ya dedicamos un artículo a los maricas mamones el tema es tan amplio (e interesante) como para dedicarle este nuevo artículo.

Perspectiva histórica

(Si lo vuestro no es la historia ni las estadísticas podéis ir directamente a la parte práctica)

Las mamadas son tan antiguas como el mismo hombre. Quizá un poco más, pues otros primates, los bonobos, las practican de forma habitual. Los bonobos en general son geniales porque están todo el día teniendo sexo, se prostituyen por comida, hacen orgías, sexo entre dos hembras, dos machos, etc…

En la antigua Roma las felaciones, como casi todo, tenían importantes connotaciones  relacionadas con el poder. Recibir una felación se consideraba un acto pasivo (del mismo modo que ser penetrado) impropio de los ciudadanos romanos.

En la Grecia clásica eran alabadas las cualidades de sus mujeres como mamadoras. Tenían fama las mujeres de Lesbos como las mejores de todas ellas. De hecho el verbo griego lesbiázein significaba precisamente felar. El uso del término lesbiana para designar a mujeres homosexuales fue introducido posteriormente por el cristianismo bajo la influencia de la poesía de Safo (en la antigua Grecia se referían a ellas como tríbada).

Es en Egipto donde las mamadas adquieren una importancia muy relevante tanto en la vida social como en la religión: los dioses Shu (el aire) y Tephnut (la humedad) nacen del semen que escupe Atum después de realizarse una autofelación. En Egipto aparece la figura de las felatrices, mujeres que sin ser prostitutas practican felaciones a hombres desconocidos. Estas felatrices se pintaban los labios de un colo determinado para que los hombres lo supiera fácilmente. Adquiere aquí la felación la consideración de arte. Se sabe que la propia Cleopatra era una de las mejores felatrices y eran famosas sus fiestas en las que realizaba una mamada a todos y cada uno de sus invitados.

En la cristiandad, sin que la Biblia haga una condena específica del sexo oral, siempre se han interpretado todos los actos sexuales cuyo fin no sea la procreación como actos impuros y pecaminosos.

El Corán tampoco dice explícito sobre el sexo oral, aunque algunas interpretaciones modernas consideran que mientras no entre líquido en la boca son aceptables.

Estadísticas

Según estadísticas modernas el 90% de los hombres norteamericanos de entre 25 y 44  ha recibido alguna vez una mamada, aunque este porcentaje cae hasta el 50% si se les pregunta por el último año. El 10% de los hombres de entre 15 y 17 años no ha practicado la penetración pero si les han hecho una mamada. No tenemos que consultar ninguna estadística para saber el porcentaje de de hombres homosexuales que han hecho o recibido una mamada, ¿verdad?.

Práctica

Las mamadas se podrían clasificar en aquellas en las que el mamón hace absolutamente todo y el “activo” solo pone su pene erecto sin hacer nada y aquellas en las que el mamón solo pone la boca quieta y el activo se la penetra (irrumación o “follar la boca”). Sin embargo la práctica la mayoría de las mamadas suelen combinar un poco de ambos tipos. Lo que si es interesante es distinguir una serie de técnicas mamatorias. Como casi todo en esta vida, una buena mamada no solo se compone de técnica sino también de pasión y, lo que es muy importante, empatía: descubrir en tu compañero de mamada qué forma y qué técnica es con la que más disfruta. Así habrá gente que prefiera un ritmo más rápido y otros uno más pausado, comerla hasta el fondo o juguetear con el glande, que les sujeten la cabeza con fuerza cuando maman o que se la dejen libres, etc…

Algunos parámetros básicos que podemos distinguir en las mamadas son:

  • Velocidad de chupada: en la variedad está el gusto. Unos disfrutan con unas mamadas a velocidades de vértigo y otros prefieren las mamadas más lentas. Es mítica la frase de queja: “oye, que no es un chupachups” ante mamadas demasiado rápidas.
  • Intensidad: Es la intensidad con la que los labios aprietan la polla durante la mamada.
  • Profundidad: Esto es comerse la polla hasta la mitad o hasta el fondo. Para comerse según qué pollas es necesario desarrollar la técnica de “garganta profunda” (véase más abajo) para poder comerlas hasta el fondo.
  • Ritmo: que puede ser constante o variable en función de los cambios de velocidad.
  • Uso de la lengua: utilizar o no movimientos de la lengua combinados con el rozamiento que proporcionan los labios.
  • Acompañamiento del mamado: La manera en que el mamado acompaña la mamada: con suaves caricias en el pelo, acompañando el ritmo del mamador, marcando el ritmo al mamador o obligando al mamador a tragar hasta el fondo.
  • Acompañamiento del mamón: El mamón puede usar sus manos para sujetar la base del pene, pero también para hacer otras muchas cosas como caricias en el vientre, en los huevos, estimular el perineo, etc…
  • Contexto: el contexto juega un papel muy importante en la excitación erótica. Así hay gente que encontrará muy excitante realizar o que le realicen mamadas en baños de discotecas, mientras uno está fregando los platos o viendo el partido de fútbol, etc…
  • Finalización: esto es, lefa fuera, lefa dentro y escupida o lefa dentro y tragada. No hay más.

Además de estos parámetros, podemos identificar una serie de técnicas o trucos que hacen de las mamadas una experiencia sexual mucho más rica:

  • El caramelo de menta: cuando por la boca del mamón acaba de pasar un caramelo de menta la sensación de frescor se transmite a la polla. Unos la aman, otros la odian.
  • Con agua fría: el mamón ingiere agua enfriada previamente con mucho hielo, y sin que se le caiga se mete la polla en la boca enfriándola de golpe, para luego sin sacársela tragarse el agua y volver a calentar la polla. Hay gente muy fan de estos contrastes.
  • Garganta profunda: técnica que consiste en tragarse la polla hasta el fondo apartando la campanilla para no provocar arcadas. Una vez ahí se puede succionar el aire para hacer vacío y generar una sensación de succión profunda.
  • Lengua de serpiente: juguetear con movimientos rápidos de la lengua en el frenillo o el glande.

 

Como siempre, podéis aportar vuestra experiencia y vuestras técnicas ahí abajo, en los comentarios.

Tipos de maricas: las maricas peperas

Por fin llega el post mas deseado y solicitado de la serie tipos de maricas: las maricas peperas, también conocidas coloquialmente como maripeperas.

En este análisis no vamos a entrar demasiado en los motivos que pueda tener un marica para ser votante del PP. Baste decir que suelen argumentar que para ellos es más importante su bolsillo, los impuestos que pagan y el rumbo económico del país que el derecho a poder casarse. Muchos además dicen que donde metan su polla (o donde se la metan) es un asunto estrictamente privado que no tiene nada que ver con el resto del mundo (excepto, supongo yo, quienes se la metan). No suelen mencionar sin embargo la parte de ser considerados ciudadanos de segunda. En fin, tonterías para idealistas.

Muchos maricas del PP siguen en el armario y a otros les ha costado salir más de la cuenta (luego son las más locas). Esto encaja perfectamente con la típica hipocresía moral de la más rancia y tradicional derecha española: los sábados de putas y a misa los domingos. Hay muchos casados (con mujeres,  ¡lo otro no es matrimonio!) y otros que aún niegan que sean maricas. También hay mucho curilla atormentado o cura progre. ¡Cuanta contradicción!

 

La mayoría de las maricas peperas se ha criado en el seno de una familia conservadora,  muchas de ellas  pudientes. Así tenemos a una legión de maricas con el mismo look pijo de colegio y universidad privada. Este look va evolucionando con los años pero siempre es fácilmente identificable. Pero ojo, que también hay legión de imitadoras, que sin ser ni pijas ni peperas quieren vestirse de ese modo, porque lo pijo, según para quien, vende. ¡Cuánto le debe Ralph Lauren al colectivo marica del PP!

 

Hay mucha marica pepera homófoba y plumófoba que no soporta a las maricas que se ponen pelucas y se van a divertirse a las fiestas del orgullo gay. Estas fiestas les horrorizan porque según ellos dan una imagen distorsionada de los gays. Para ellos son muy importantes las apariencias, ya se sabe. ¡Cuánta intolerancia!

 

Un pequeño grupo en vías de extinción son las maricas peperas tradicionales y folklóricas que aman la copla, a Juanita Reina y a la Piquer por encima de todas las cosas. Apenas quedan unos pocos entre dependientes de El Corte Inglés y travestis cincuentones. ¡Salvémoslas!

 

La religión está muy presente en toda la derecha y no iba a ser menos entre las maricas peperas. Maricas que confiesan sus pecados pero no sus enculadas o maricas atormentadas. Hay otras que siendo mucho más prácticas follan lo que quieren sin remordimientos y se quedan solo con su virgen y sus procesiones de semana santa. Y es que ya lo decía Manuela Trasobares, les encanta el barroquismo.

 

Las maricas peperas cándidas son mis preferidas. Esas que odian la promiscuidad del mundo gay, y quieren, como sus hermanas mayores, encontrar a un chico guapo con el que casarse para toda la vida, tener hijos y formar una familia… eh… stop. Nada de matrimonio. Nada de adopción. ¡Almas cándidas!

 

Hay mucha marica pepera que son fanboys de Esperanza Aguirre. Intentando encontrar una explicación a este fenómeno, la única que nos satisface parcialmente es que esta gente admira a Esperanza Aguirre porque quieren ser como ella: toda una señora y malas, muy malas.

Y así podríamos seguir hasta casi el infinito pero nuestro tiempo es finito y seguro que con los comentarios pueden todos ustedes aportar mucho más.

 

PD: Al final el artículo se iba a quedar sin que pusiéramos una foto de una marica pepera auténtica. Ahí va:

Del follar y de las ilusiones

Va, tío. Perdona que te de la lata. No soy uno de esos borrachos que van por ahí contándole su vida a la gente. Lo que pasa es que los tíos somos todos iguales. Entre heteros esto no pasa. Porque los tíos… los tíos solo pensamos en follar. Una pareja heterosexual tiene a una tía que normalmente es la que frena todo un poco y se aferra más a la realidad.

Nuestra relación se basaba en follar. ¡Qué coño, nos conocimos follando! Follábamos de puta madre y a partir de ahí, tío, empezamos a querernos. Pero un huevo. Nos queríamos un huevo. Y claro, al final te lo crees. Te crees que llevas una relación normal. Te vas a vivir con él a un piso en el centro y empiezas a hacer todas esas cosas que te han metido en la cabeza, que si unas vacaciones, que si presentarlo a la familia… esas cosas.

Éramos felices. O por lo menos lo más cerca que yo he podido estar de la felicidad. Y él también, ¿eh? Llévabamos una vida de puta madre. Él con su curro en la universidad tenía mucha libertad. Yo renuncié a subir en mi trabajo para tener más tiempo y poder pasarlo juntos. Y no me arrepiento, ¿eh?. Lo hice porque era lo que me apetecía hacer. Viernes libres, salir temprano por las tardes, juntarnos para comer en los restaurantes de moda, salir de copas como cabrones… ¿sabes?  a este pub veníamos mucho. Porque no nos encerrábamos en nuestro mundo de pareja como hacen muchos otros. No tío. Nosotros manteníamos nuestros colegas, los míos y los suyos. Lo mismo nos íbamos un grupito a una casa rural al monte que nos quedábamos aquí de fiesta, saliendo como si no hubiera mañana. Joder, ¿no es bonito emborracharte con tu novio? Una botella de JB para los dos. Hasta eso compartíamos. Una puta botella solo para nosotros dos y acabar borrachos, abrazados, cantando chorradas y al llegar a casa follar como leones. Joder, es que era perfecto.

Pero un día, sin que hubiera pasado nada raro, llega y me dice que me deja.Que ha conocido a alguien, un tal Juan, un puto bombero. Que si sabía que lo nuestro no iba a ningún lado, que si él era muy joven para andar medio casado… excusas todo. Joder, hasta habíamos estado mirando para tener un crío de una madre de alquiler en Estados Unidos. Una puta excusa. Porque al final todos somos tíos, y eso se nota. Lo que el cabrón quería era follar. No follar más, pero sí follar con otros. Demostrar que seguía siendo muy guapo y muy hombre y que se podía tirar a cualquier bombero buenorro que conociera en cualquier discoteca. Bien por él. Pero a mi me ha dejado jodido. Bien jodido. Además, así no se hacen las cosas. Seguro que se estaba tirando a ese tío desde véte tú a saber cuándo. Y el otro lo sabía seguro, ¿eh? Porque los tíos somos así de cabrones. Con tal de follar, nos dan igual los demás.

Pero bueno, ya basta de soltarte mi mierda, que hemos empezado hablando de la música y he acabado contándote mis miserias y ni siquiera nos hemos presentado. Yo me llamo Rafa.

– Yo soy Juan.

– ¿Y a qué te dedicas, Juan?

– Soy bombero.

 

Rajoy, el matrimonio homosexual, el nombre y la familia

Esta mañana la Cadena Ser ha realizado una entrevista a Mariano Rajoy donde ha vuelto a insistir en uno de sus temas favoritos:

 

nosotros, eh…mi discrepancia en el tema del matrimonio homosesual, que lo hemos recurrido al tribunal constitucional, está en el nombre,  ¿no? fundamentalmente en el nombre

 

Su discrepancia está en el nombre. Parece que da a entender que lo demás está bien, que solo un asunto tan nimio como el nombre es lo erróneo. Y si solo está en desacuerdo con algo tan poco importante como el nombre, ¿por qué lo recurre al Tribunal Constitucional que es un Tribunal muy serio que tiene asuntos mucho más importantes que atender que un simple nombre? La respuesta es bien sencilla: porque para ellos, el nombre es muy importante. Al querer obligar a usar otra palabra para los matrimonios que se celebren entre dos personas del mismo sexo quiere decir bien alto: “Ey, lo nuestro sí es matrimonio de verdad, lo vuestro no”, “Nosotros sí tenemos matrimonios normales, vosotros no”, “Nosotros sí somos familias, vosotros no”, “Nosotros sí somos normales, vosotros no”.

También es terrible el modelo de familia tradicional que viene a defender el señor Rajoy y sus huestes populares: un padre y una madre muy trabajadores con dos niños preciosos vestidos de Ralph Lauren que pasan los domingos en el club de golf. Llamar a esto familia tradicional a parte de ser una estupidez es una grandísima mentira que demuestra una falta terrible de conocimiento de la historia de los últimos veinte siglos. Si el señor Rajoy quiere hablar de familias tradicionales tendría que hablar de familias donde el marido compra a la esposa, el padre de ella da una dote al marido, hombres que se casan con una jovencita, la matan a base de parir 14 hijos y se vuelven a casar con otra jovencita, mujeres que deben obedecer a sus maridos, madres que su única misión era amamantar y criar a los hijos, padres que no se preocupaban de la educación de sus hijos, etc… Nos guste o no esa es nuestra historia (bastante influida, por cierto, por la iglesia católica) y si existe una tradición es esa. Afortunadamente los tiempos han cambiado, y las familias han evolucionado y se han adaptado a los tiempos con cambios mucho más impactantes que el hecho de que haya un padre y una madre o dos padres o dos madres: la incorporación de la mujer al mundo laboral, el reparto de tareas domésticas, los divorcios y las familias monoparentales, etc…

Si hay alguna mariquita pepera leyendo esto (a las que en breve dedicaremos una entrada) me gustaría recordarles unas líneas básicas de pensamiento de ese partido al que piensan votar:

  • “Los homosexuales son diferentes a nosotros, nosotros somos los normales y los buenos”
  • “Las familias buenas son las nuestras, las vuestras no son normales ni buenas”

Fobia a la lefa

En general, a la mayoría de los maricas les gusta la lefa. Les encanta.

Existe sin embargo un amplio grupo que, aunque disfruten viendo generosas corridas en las películas y videos porno de turno, a la hora de la verdad les da asco. Tienen fobia a la lefa. Yo los denomino (en una  maravillosa cacofonía): lefófobos.

Los lefófobos olvidan que el semen producido en una corrida es el maravilloso resultado del orgasmo que acaban de provocar en otra persona o en ellos mismos y se centran en la parte más física: un líquido pegajoso y calentorro.

Follar con lefófobos suele violentar el final del sexo, porque o como activo te corres dentro del condón, o te quedan pocas posibilidades. No estamos aquí hablando de prácticas de riesgo como correrse en sus bocas, sino cosas mas light como hacerlo en sus caras, sobre su pecho o sobre esos maravillosos abdominales que a veces tienen. “No, te corres para ti”, dicen algunos. Otras veces, como haciendo un sacrificio por amor, dejan que se corran sobre ellos. Pero el gozo del reciente orgasmo en un pozo, porque inmediatamente saltan de la cama o de donde se hallaran para ir a buscar un triste rollo de papel higiénico para limpiarse, cortando así, de manera abrupta y limpia toda esa mezcla de agotamiento suciedad y relax que sucede a un orgamo. ¡Con lo bonitos que son esos momentos de dos amantes sobre la cama después de un polvazo, pringados de lefa, mirándose a la cara o al techo, haciendose alguna caricia, hablando o simplemente guardando un maravilloso silencio!