Aunque ya dedicamos un artículo a los maricas mamones el tema es tan amplio (e interesante) como para dedicarle este nuevo artículo.
Perspectiva histórica
(Si lo vuestro no es la historia ni las estadísticas podéis ir directamente a la parte práctica)
Las mamadas son tan antiguas como el mismo hombre. Quizá un poco más, pues otros primates, los bonobos, las practican de forma habitual. Los bonobos en general son geniales porque están todo el día teniendo sexo, se prostituyen por comida, hacen orgías, sexo entre dos hembras, dos machos, etc…
En la antigua Roma las felaciones, como casi todo, tenían importantes connotaciones relacionadas con el poder. Recibir una felación se consideraba un acto pasivo (del mismo modo que ser penetrado) impropio de los ciudadanos romanos.
En la Grecia clásica eran alabadas las cualidades de sus mujeres como mamadoras. Tenían fama las mujeres de Lesbos como las mejores de todas ellas. De hecho el verbo griego lesbiázein significaba precisamente felar. El uso del término lesbiana para designar a mujeres homosexuales fue introducido posteriormente por el cristianismo bajo la influencia de la poesía de Safo (en la antigua Grecia se referían a ellas como tríbada).
Es en Egipto donde las mamadas adquieren una importancia muy relevante tanto en la vida social como en la religión: los dioses Shu (el aire) y Tephnut (la humedad) nacen del semen que escupe Atum después de realizarse una autofelación. En Egipto aparece la figura de las felatrices, mujeres que sin ser prostitutas practican felaciones a hombres desconocidos. Estas felatrices se pintaban los labios de un colo determinado para que los hombres lo supiera fácilmente. Adquiere aquí la felación la consideración de arte. Se sabe que la propia Cleopatra era una de las mejores felatrices y eran famosas sus fiestas en las que realizaba una mamada a todos y cada uno de sus invitados.
En la cristiandad, sin que la Biblia haga una condena específica del sexo oral, siempre se han interpretado todos los actos sexuales cuyo fin no sea la procreación como actos impuros y pecaminosos.
El Corán tampoco dice explícito sobre el sexo oral, aunque algunas interpretaciones modernas consideran que mientras no entre líquido en la boca son aceptables.
Estadísticas
Según estadísticas modernas el 90% de los hombres norteamericanos de entre 25 y 44 ha recibido alguna vez una mamada, aunque este porcentaje cae hasta el 50% si se les pregunta por el último año. El 10% de los hombres de entre 15 y 17 años no ha practicado la penetración pero si les han hecho una mamada. No tenemos que consultar ninguna estadística para saber el porcentaje de de hombres homosexuales que han hecho o recibido una mamada, ¿verdad?.
Práctica
Las mamadas se podrían clasificar en aquellas en las que el mamón hace absolutamente todo y el “activo” solo pone su pene erecto sin hacer nada y aquellas en las que el mamón solo pone la boca quieta y el activo se la penetra (irrumación o “follar la boca”). Sin embargo la práctica la mayoría de las mamadas suelen combinar un poco de ambos tipos. Lo que si es interesante es distinguir una serie de técnicas mamatorias. Como casi todo en esta vida, una buena mamada no solo se compone de técnica sino también de pasión y, lo que es muy importante, empatía: descubrir en tu compañero de mamada qué forma y qué técnica es con la que más disfruta. Así habrá gente que prefiera un ritmo más rápido y otros uno más pausado, comerla hasta el fondo o juguetear con el glande, que les sujeten la cabeza con fuerza cuando maman o que se la dejen libres, etc…
Algunos parámetros básicos que podemos distinguir en las mamadas son:
- Velocidad de chupada: en la variedad está el gusto. Unos disfrutan con unas mamadas a velocidades de vértigo y otros prefieren las mamadas más lentas. Es mítica la frase de queja: “oye, que no es un chupachups” ante mamadas demasiado rápidas.
- Intensidad: Es la intensidad con la que los labios aprietan la polla durante la mamada.
- Profundidad: Esto es comerse la polla hasta la mitad o hasta el fondo. Para comerse según qué pollas es necesario desarrollar la técnica de “garganta profunda” (véase más abajo) para poder comerlas hasta el fondo.
- Ritmo: que puede ser constante o variable en función de los cambios de velocidad.
- Uso de la lengua: utilizar o no movimientos de la lengua combinados con el rozamiento que proporcionan los labios.
- Acompañamiento del mamado: La manera en que el mamado acompaña la mamada: con suaves caricias en el pelo, acompañando el ritmo del mamador, marcando el ritmo al mamador o obligando al mamador a tragar hasta el fondo.
- Acompañamiento del mamón: El mamón puede usar sus manos para sujetar la base del pene, pero también para hacer otras muchas cosas como caricias en el vientre, en los huevos, estimular el perineo, etc…
- Contexto: el contexto juega un papel muy importante en la excitación erótica. Así hay gente que encontrará muy excitante realizar o que le realicen mamadas en baños de discotecas, mientras uno está fregando los platos o viendo el partido de fútbol, etc…
- Finalización: esto es, lefa fuera, lefa dentro y escupida o lefa dentro y tragada. No hay más.
Además de estos parámetros, podemos identificar una serie de técnicas o trucos que hacen de las mamadas una experiencia sexual mucho más rica:
- El caramelo de menta: cuando por la boca del mamón acaba de pasar un caramelo de menta la sensación de frescor se transmite a la polla. Unos la aman, otros la odian.
- Con agua fría: el mamón ingiere agua enfriada previamente con mucho hielo, y sin que se le caiga se mete la polla en la boca enfriándola de golpe, para luego sin sacársela tragarse el agua y volver a calentar la polla. Hay gente muy fan de estos contrastes.
- Garganta profunda: técnica que consiste en tragarse la polla hasta el fondo apartando la campanilla para no provocar arcadas. Una vez ahí se puede succionar el aire para hacer vacío y generar una sensación de succión profunda.
- Lengua de serpiente: juguetear con movimientos rápidos de la lengua en el frenillo o el glande.
Como siempre, podéis aportar vuestra experiencia y vuestras técnicas ahí abajo, en los comentarios.