Eso de ligar en las discotecas, pubs, lugares de cruising habituales y gimnasios ya no está de moda. Y qué decir de ligar por redes sociales: demodé total y muy poco elegante. Ahora la moda está en, como los heteros, ligar en los lugares cotidianos:
- En el mercadona: atención especial a esos chicos guapos que van a comprar solos a última hora de la tarde. Trabajan, son buenos partidos y según lo que lleven en la cesta de la compra os podréis hacer una idea de qué tipo de chicos son: mariquitas sanas si solo llevan cosas para ensalada, depresivas si llevan demasiado helado, etc… Ojo a que no lleven compresas o tampones que les hayan encargado sus novias dominantes.
- En las tiendas de videojuegos: una mina de chicos armarizados de todas las edades. Si os gustan los geeks, es vuestro lugar.
- En museos y exposiciones: llenos de culturetas y modernos. Además tendrán las defensas bajas ante tanto éxtasis artístico.
- En el transporte público: el metro y el autobús siempre han sido clásicos de las miraditas sugerentes. Atrevéos a dar el último paso dándoles vuestro teléfono.
- Los trenes de larga distancia: principalmente porque tienen cafetería y podéis recorrer todos los vagones fichando al personal o levantaros hacia ella cuando pase alguien interesante.
- En una casa okupa: podréis encontrar hippies y punks con alto porcentaje gay y muy dados al amor fácil.
- En cualquier agrupación política juvenil de vuestro barrio: chicos por debajo de los 30 llenos de ideales.
- En cursos de cocina: están llenos de chicos que se han ido a vivir solos y buscan una manera de subsistir. Comer es una necesidad que hay que cubrir. El sexo también.