Sexo en tu grupo de amigos: dibújalo

Hace unos cuantos años, en la Universidad, un grupo de amigos (heteros) cogieron la tonta manía de liarse unos con otros. A veces eran besitos, otras veces cosas más serias. Como aquello se convirtió en un descontrol a una mente ingenieril y un tanto friki se le ocurrió generar un gráfico por ordenador con todo aquello: quién se había liado con quién.

Años después, viendo el puterío que había entre mis amigos, se me ocurrió repetir aquella gracia entre nosotros. Volví a utilizar el mismo sistema, y la gráfica (que tenía un nombre pero no revelaré cual) fue creciendo y creciendo. Estaba viva y era la viva historia de mi grupo de amigos. Yo la guardaba celosamente en mi ordenador y solo unos pocos elegidos podían verla. Al final aquello se desmadró un poco y todo el mundo quería verla. No quedó más solución que borrar la maldita gráfica.

Pero estaba yo pensando que esta herramienta podría ser útil para otros, así que aquí se la dejo para que generen sus propias gráficas. Unas cuantas explicaciones:

  • Cada persona está representada por un círculo
  • Cada relación sexual está representada por una línea contínua
  • Cada relación no-sexual (los famosos besitos) está representada por una línea de puntos
  • El grosor de la línea refleja el tiempo que hace de dicha relación: más gruesa y oscura significa más reciente en el tiempo y más fina y clarita significa más antigua

Añadan a sus amigos, añadan las relaciones entre ellos y pulsen el botón de generar gráfica. Además podrán descargar la imagen resultante para compartirla con sus amigos.

Añadir persona:
Miembros del grupo:

    Espero que les guste

    Nuevos mitos gays de los españoles

    La normalización de la condición homosexual en nuestra sociedad lleva aparejada una normalización en algunos de los mitos del mundo gay.

    Una de las más curiosa es la progresiva sustitución de los antiguos mtios gays por otros nuevos más acordes con la situación de normalidad que (aunque muchos se empeñen en negarlo) empezamos a vivir. Atrás quedan la elegancia de Cary Grant, la excesiva masculinidad de un joven Marlon Brando, el encanto aniñado de Johnny Depp o la madurez interesante de George Clooney. Ahora los hombres más deseados son mucho más normales.

    Alberto Garzón

    El diputado más joven del parlamento español se ha convertido en uno de los hombres más deseados del país por la juventud progresista. Con esa barbita tan cuidada y sus primeras intervenciones en televisión conquistó a jóvenes desencantados con por el establishment político actual.

    Robert Sheehan e Iwan Rheon

    O lo que viene a ser Nathan y Simon de Misfits. Ya no es el cine el que nutre los sueños húmedos los los adolescentes homosexuales como antaño sino que son las nuevas series de televisión las que vienen a ocupar este lugar. Nathan y Simon tienen públicos muy diferentes y son casi incompatibles entre sí. Nathan el feo gamberro, delgaducho, maleducado, bravucón e irreverente, con sus problemas con las mujeres acaba siendo encantador y deseado. Simon tímido hasta lo inimaginable, oscuro y friki derrite a otros.

    Mikel Iturriaga

    Desde su blog El comidista ha establecido su maravillosa imagen de bon vivant apasinado por la gastronomía. Su imagen de madurito interesante y derrite a varias generaciones de españoles. Además cuando alguien pregunta por su sexualidad él, en un gesto de maravillosa normalidad, prefiere no responder, y eso hace que sus fervientes seguidores alberguen aún más esperanzas para sus sueños de feliz pareja con un padre perfecto.

     Ángel Martín

    Porque no solo de presentadores buenorros vive el hombre. Ángel Martín, el chico bajito que acompañaba a Patricia Conde en SLQH, se ganó a su público a base de humor, de reírse de sí mismo y de su tremendo ingenio. Este puesto estaba muy disputado con Dani Mateo, pero el peso de todas las madres, que claramente prefieren a Ángel Martín como yerno ha inclinado la balanza de su salo.

    Hugh Jackman

    Y aunque este sí es un buenorro de libro no entra en la lista por habernos cautiva do con sus garras de Lobezno o por la hombría de su pecho sino por todo lo contrario:  ha demostrado que hoy día un machote como él puede cantar y bailar con toda normalidad y además hacerlo estupendamente bien. Además tiene pinta de ser un padrazo estupendo.

    Gerard Piqué

    Frente al glamour de Beckham y Cristiano Ronaldo la sencillez de Piqué lo ha convertido en el futbolista más deseado de los gays españoles, ya sean madridistas o culés. Frente a la depilación perfecta y la pose sofisticada de los primeros Piqué reivindica el pelo y la naturalidad. Por si fuera poco nos enteramos de que tenía un cociente intelectual de 140. Ah, y el famoso piquetón.

    Pedro Pires

    a.k.a. Piter. Porque es un chico normal (bueno, muy guapo) y tiene un blog estupendo de moda y estilo, esas cosas de las que la mitad de los gays entienden y la otra mitad admiran. Un chico que se ha ganado su reputación él solito y además es andaluz.

     

    Después de un polvo, ¿querrá repetir?

    Una de las cualidades más importantes de una persona para conseguir éxito social es la empatía. También lo es para el sexo: entender lo que está sintiendo la otra persona en la cama, lo que más le gusta y lo que no, es fundamental para una relación sexual satisfactoria.

    En general, una persona con buenos niveles de empatía es perfectamente capaz de valorar además el resultado global de un polvo, incluyendo el importante hecho de si la otra persona se lo ha pasado bien y querrá repetir. Son cosas que no son necesarias hablar. Es horrible cuando alguien pregunta el típico “qué te ha parecido”. Eso se sabe y punto. O no.

    A veces pasa que una persona se lo pasa estupendamente en un polvo y piensa que ha sido una sensación mutua pero cuando intenta repetir se encuentra con largas, mensajes no respondidos, y un sin fin de situaciones que llevan a un desasosiego sexual-emocional incómodo. Quizá las expectativas puestas son demasiado altas (“yo sé que se lo ha pasado tan bien como yo y querrá repetir”) y el choque con la cruda realidad es demasiado fuerte. También pasa al revés, claro: uno tiene claro que ha sido una mierda de polvo pero la otra persona, por algún motivo, no lo entiende así y no para de dar la lata para repetir y son necesarias esas terribles largas, excusas y mensajes sin responder.

    Para aclarar estas situaciones a veces son necesarias respuestas que pueden ser un tanto violentas y herir sentimientos de manera  bruta. Recuerdo por ejemplo a un chico que me dijo algo como “oye, para la próxima vez que quedemos depílate mejor los huevos“. La insolencia unida al desastre de mamada y polvo me hizo responder: “no te preocupes que no habrá próxima vez“. Pobrecito.

    Para solucionar esto desde pensamientos pastosos proponemos un código de comunicación que evite los equívocos, las largas, las excusas y las tan desagradables negativas del tipo: “mira tio, no me gustas, mejor no repetir”. Les presentamos las tarjetas sexuales:

    • Tarjeta verde: me ha encantado el polvo. Estoy dispuesto a repetir siempre que tú quieras.
    • Tarjeta amarilla: no ha estado mal pero se puede mejorar. Estoy abierto a repetir, pero te lo tendrás que currar más o cambiar algunas cosas.
    • Tarjeta roja: ha sido un desastre, mejor nos olvidamos el uno del otro.

    Estas tarjetas son de fácil fabricación (tres cartulinas de colores y unas tijeras) y tampoco es necesario sacarlas directamente después del polvo (que en los casos de la tarjeta roja podría ser un poco violento). Algunas de las opciones son:

    • Dejarla disimuladamente junto a la puerta al marcharse.
    • Escondérsela en el bolsillo del otro para que la encuentre al poco tiempo. Aunque así corremos el riesgo de que si la otra persona es despistada y un tanto promiscua se pueda encontrar con varias tarjetas de golpe al ir a lavar un pantalón y no sepa de quien es cada una. Para estos casos sería recomendable firmarlas (siempre que la otra persona sepa tu nombre, claro).
    • Enviarla por WhatsApp. ¡Vivan las nuevas tecnologías!. Te estás yendo de la casa de tu nuevo polvo y envías una simple imagen con la tarjeta correspondiente. Se hace cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras.

    Un lector de este blog, al discutir sobre este tema y por deformación profesional de estadístico (aunque él se empeña en decir que es estadista) quiso ir mucho más allá y proponer dejar al nuevo compañero sexual un cuestionario de satisfacción. Aunque la idea nos parece un tanto excesiva, no deja de tener gracia la cosa. El cuestionario podría incluir cosas como:

    • Valora del 0 al 10 tu nivel de satisfacción general con el acto sexual realizado
    • Valora del 0 al 10 la forma de besar de tu compañero
    • (si aplica) Valora del 0 al 10 la felación recibida
    • (si aplica) Valora del 0 al 10 el comportamiento de tu compañero mientras le realizabas una felación
    • (si aplica) Valora del 0 al 10 el comportamiento de tu compañero durante la penetración
    • ¿Ha habido alguna práctica sexual que te has quedado con ganas de ralizar? ¿Cual?
    • ¿Ha habido alguna práctica sexual que hubieras preferido no realizar? ¿Cual?
    • Después del polvo te has quedado: a) Muy satisfecho, b) Moderadamente satisfecho c) Poco satisfecho d) Nada satisfecho
    • ¿El nivel de higiene te ha parecido el adecuado? En caso negativo indica aspectos a mejorar
    • ¿La logística de polvo (condones, lubricante, toallitas para limpiarse, etc…) eran las adecuadas?. En caso negativo indica aspectos a mejorar.
    • La duración del polvo te ha parecido: a) Excesiva b) Correcta c) Escasa pero satisfactoria d) Muy corta
    • Los previos al polvo te han parecido: a) Correctos b) Muy largos c) Muy cortos
    • El entorno para el polvo te ha parecido: a) Correcto b) Hubiera preferido la cama c) Hubiera preferido sobre encimera de la cocina
    • El comportamiento post-polvo te ha parecido: a) Correcto b) Excesivamente frío c) Excesivamente cariñoso d) Indiferente
    • Sobre el ambiente general marca las afirmaciones que apliquen: [] No me ha gustado la música que había de fondo. [] Prefiero que no haya música [] Me ha gustado la música de fondo [] Había demasiada luz [] La iluminación era la correcta [] No me ha gustado follar a oscuras
    • En general durante el polvo: a) Me he sentido bien valorado y a gusto b) He sentido que se me ha valorado demasiado y me gusta más que me traten como a una zorra. c) Me he sentido un poco tratado como una puta y no me gusta.
    • Qué cosas crees que debería mejorar tu compañero en un posible siguiente polvo
    • ¿Estarías dispuesto a repetir? (si la respuesta es sí, indica tu número de teléfono)

    En cualquier caso el tema de dar a rellenar la encuesta nos parece excesivo y desde este blog recomendamos el uso de tarjetas de colores.

    Las historias de Zorrita y Cultureta: la huelga

    Llamada telefónica entre Zorrita y Cutureta:

    Cultureta: ¿Zorrita, te vienes esta tarde a las 6 a tomar un café a mi casa?

    Zorrita: ¿Esta tarde? Estoy currando

    Cultureta: No me jodas puto esquirol de mierda que estas trabajando el día de la huelga general

    Zorrita: Pues sí chico. Trabajo en una puta tienda de ropa por una misera. A mi para que me follen no me hace falta una reforma laboral.

    Cultureta: Lo decía porque como venía Mateo y siempre me pregunta por ti…

    Zorrita: ¿Mateo el de la polla enorme y preciosa?

    Cultureta: Ese mismo

    Zorrita: Pues oye, creo que voy a hacer huelga de media jornada y me voy con vosotros

    Cultureta: Puta zorra de mierda

    Zorrita: Mejor que esquirol…

    El concierto y la deuda

    Para contar lo que pasó ayer hay que remontarse, como mínimo, 2 años atrás. Por aquel entonces mi amigo P. no vivía aún en Madrid  le habían tocado un par de entradas para un concierto privado de un grupo de moda. Como venir a Madrid solo para el concierto era excesivo me regaló las entradas para que yo fuera con quien quisiera. Aquí aparecé mi amigo M., porque como buena moderna le encantaba aquel grupo.

    M. y yo fuimos al concierto en cuestión, pero a aquello no se le podía llamar concierto. Aquello no era una sala de conciertos ni había público. Era un chalet de esos que existen por algunas zonas del centro de Madrid y lo que había allí era un grupo amigos íntimos del grupo. Nosotros éramos los chicos raros que habíamos ganado nosequé concurso. Tocaron en el jardín, junto a la piscina. Nosotros estábamos sentados en las escaleras que daban acceso a la vivienda. Era una maravillosa noche de principios de verano, un grupo genial, mucha cerveza fresquita y un ambiente super íntimo. Realmente fue increíble. Presentaron las canciones de su futuro disco antes fieles amigos y tocaron algunos de sus grandes éxitos. Pero lo mejor de todo fue la after party que se montó. Enseguida nos hicimos amigos de todos los que andaban por allí. Acabamos borrachísimos a las tantas de la mañana y, este es un detalle importante, mi amigo M. se la comió a un actorcillo medio famoso que andaba por allí.

    Desde aquello repetí varias veces, medio de coña, que M. le debía una mamada a P. por haberle conseguido la invitación a una noche tan genial. Se lo decía a M. y a P. y a ambos les parecía divertida la idea. Pasó el tiempo y P. se vino a vivir a Madrid, pero nunca llegó a conocer a M. P. tuvo sus novios y M. los suyos, pero hace poco coincidió que ambos lo acaban de dejar y andaban solteros. Volví a repetir mi gracia hasta que a mitad de esta semana parecía que la cosa iba en serio: “os invito a mi casa a un café y le haces a P. la mamada que le debes”. Así fue como ayer por la tarde vinieron los dos a mi casa.

    Llegaron casi a la vez y estaba claro lo que iba a pasar. Lo que no estaba tan claro es como iba a pasar. ¿Se irían a mi dormitorio a hacerlo en la intimidad? ¿O se pondría M. a chupársela a P. directamente en mi sofá conmigo delante? Yo expresé mi preferencia: nunca en mi vida había presenciado una escena de sexo en vivo sin haber participado en ella. Era, más que morbo, curiosidad ante situaciones desconocidas. A los dos les pareció bien, no sé si por el morbo o también por la curiosidad. Además no había lugar a la vergüenza porque todos nos habíamos vistos desnudos por separado. Y así, con las primeras canciones del Pet Sounds de los Beach Boys sonando, M. empezó a comérsela a P. en el sofá mientras yo miraba y fumaba un cigarro. La situación tenía su morbo y  a mi enseguida se me puso dura. La cara de placer de P. mientras se la comían, con los ojos cerrados. Cómo se lo curraba M. Los gemidos de placer de P. que se podían oír entre los silencios de las canciones de los Beach Boys. A mi por encima de todo me parecía que P. estaba guapísimo con su barbita y una boca que dejaba ver un placer inmenso. Y aunque la cosa estaba siendo morbosa, se empezó a poner un poco aburrida. Estaba siendo una mamada muy larga sin apenas ninguna variación. Ya íbamos por la segunda tanda de canciones repetidas (mi edición del Pet Sounds incluye primero las 13 canciones originales en su versión mono y luego las mismas 13 canciones en la remasterización en stereo). La mezcla del aburrimiento y lo que me estaba encantando la cara de P. me llevaron a acercarme un poco y empezar a acariciarle el pelo y el cuello a P, que se que me encanta. En seguida vi como P. me acercaba aún más y empezábamos a comernos la boca mientras M. se la seguía comiendo. Ahora P. gemía mucho más. Pronto puso su mano en mi paquete y empezó a sobármela. Me desabrochó los pantalones para agarrarme la polla y pajearme y al rato estaba ya comiéndomela. Ahora era yo el que gemía de placer. Y así mientras M. se la comía a P., P. me la comía a mí y yo acariciaba a P. aquello se había convertido es una especie de trío.

    Realmente yo no valgo para voyeur. Al final fui el único que se corrió de los tres. Empiezo a pensar que soy un fresco.

    La pluma

    Complicado tema el que traemos hoy al blog: la pluma. La RAE (sí, esa misma que dice que el matrimonio es unión entre hombre y mujer y adulterio es entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge)  define la pluma en su 17ª acepción como afeminamiento en el habla o los gestos de un varón. Esto es, un hombre con gestos de mujer o que hable con una entonación típica de mujer. Siguiendo la tradición de rigor científico de este blog vamos a intentar realizar un estudio más profundo sobre qué es la pluma, su percepción, sus tipos y su relación con el entorno.

    Percepción

    Uno de los principales problemas a la hora de hablar de la pluma es la percepción que que tiene el individuo (heteros incluidos, pues la pluma no es exclusiva de los maricas aunque sí mayoritaria) de su propia pluma. En general uno no se da cuenta de la pluma que tiene sino que son los demás los que se la hacen notar. Así las típicas descripciones que se pueden encontrar en múltiples perfiles de “cero pluma”, “masculino”, “sin plumas”, “pinta hetero” suelen tener muy poca credibilidad (probablemente una de las mentiras maricas más extendidas junto con el “chupa, chupa que yo te aviso” y el “yo busco algo serio”).

    Escala de pluma

    A la problemática de identificar la pluma se añade la dificultad de medirla. La pluma no es una característica marica que se pueda medir como los centímetros de polla (aunque ese es un tema del que este blog tiene pendiente hablar largo y tendido), la edad, la altura o el peso. ¿Un poco de pluma? ¿Lo normal? ¿Mucha?. Difícil cuestión. Quizá sea mucho más útil establecer distintos tipos de pluma ante los  que cada cual establezca su tolerancia.

    Tipos de pluma

    • Pluma estática: es aquella que se puede observar con una simple foto. Es un gesto facial fácilmente reconocible.
    • Pluma andarina: también conocida como pluma “pitipiti”, es aquella que queda en meridiana evidencia al ver al sujeto caminar y la forma de contornear las caderas como si estuviera en una pasarela. Es más fácil se observar desde atrás.
    • Pluma gestual: también conocida como “se me ha caido el helado” por el gesto de mano girada tan propio de esta pluma.
    • Pluma oral: es aquella que queda evidente por la forma de hablar. Se caracteriza por una tesitura de voz aguda, una entonación ascendente-descendente y un cierto arrastre de las vocales. A veces va unida a una tendencia excesiva al grito.
    • Pluma léxico-gramatical: se da en aquellos individuos que tienen una preferencia notoria para referirse a ellos mismos en femenino y el abuso de vocablos como “tía”, “o sea” y “que fueeerte”.
    • Pluma de baile: se manifiesta únicamente bailando, generalmente imitando coreografías de grandes divas y vedettes a la perfección.
    • Pluma estilística (que no estilográfica): consiste en incorporar al estilismo personal elementos asociados aún a las mujeres: bolsos, maquillaje, pendientes de perlas, etc…

    Evolución

    La pluma, al contrario que otras características maricas puede sufrir evolución en un mismo individuo (y no, el tamaño del pene no cambia por mucho que compréis en la teletienda). Esta evolución puede darse en ambos sentidos: para aumentar la pluma o disminuirla. Diversos estudios sociológicos consideran que, del mismo modo que los acentos locales, la pluma se puede contagiar en función del entorno social. Así si una persona con una moderada pluma inicial empieza a rodearse de maricas con más pluma, será normal el contagio dependiendo de la predisposición. Esto suele ser más frecuente en las etapas adolescentes y postadolescentes en las que el individuo es mucho más influenciable.Además, existen determinados grupos sociales donde la pluma no solo está bien vista sino que es casi condición necesaria para pertenecer a ellos (modernas, huesilocas, etc…)

    Del mismo modo la pluma se puede corregir, y personas con mucha pluma pueden intentar ocultarla hasta que evolucionen a un nuevo estado. Sin embargo en esos casos queda siempre lo que se llama la pluma latente. Para identificar esta pluma latente los mejores métodos son:

    • Hacer que el individuo cante. Con la concentración en la música la parte consciente se relaja y salen a relucir los instintos más naturales
    • Dar un susto. Esto provoca una reacción rápida y casi subconsciente, que en los cosas de pluma latente derivan en un gritito agudo.
    • Esperar a que el sujeto rompa un plato (literalmente) y observar su reacción.

    Plumofobia

    Es ampliamente conocida la aversión que la pluma provoca entre los sectores más conservadores de la sociedad, incluso en aquellos que aceptan el fenómeno homosexual sin mayor reparo. Un buen ejemplo de esto son esas madres que dicen “si a mí me parece muy bien que seas gay, hijo mío, pero no que te vistas como esos“.

    Lo realmente curioso es lo extendida que está esta plumofobia entre los propios maricas: “yo me comeré pollas, pero no soy una loca“. Es aceptable que cada uno tengas sus gustos personales. Del mismo modo que unos prefieren las pollas grandes y otros las pequeñas otros preferirán a los tíos con pluma o sin ella. Lo más chocante aquí es ese odio tan excesivo a la pluma que pasa a la falta de respeto y al insulto. Sí, esos mismos que se quejan luego de homofobia.

    Mitos

    Algunos mitos típicos alrededor de la pluma son:

    • Todos los tíos con pluma son pasivos. Falso. Si bien es cierto que existe una ligera tendencia a asociar un rol más femenino con la pasividad no se puede generalizar.
    • A más pluma, más polla. Falso. Del mismo modo que no se ha podido establecer una correspondencia de manera científica con el tamaño de la nariz, los pies o los dedos y el tamaño de la polla, es imposible establecerla a partir de la pluma.
    • Si tiene pluma es gay. Falso. O por lo menos será falso hasta que consiga tirarme a unos cuantos amigos heterosexuales con ligera pluma.
    • Si tiene pluma es una marica mala. Falso. Hay bellísimas personas con una pluma exagerada y a veces hasta bella.

     

    Actualización: nos comenta un lector del blog que la RAE ha enmendado su definición de adulterio, y si pulsamos el botón “artículo enmendado” obtenemos el Avance de la vigésima tercera edición en la que se corrige la definición. ¡Muchas gracias!

    Conocerás al hombre de tus sueños

    Conocerás al hombre de tus sueños es el título de una maravillosa película de Woody Allen. Yo a Woody Allen le tengo un cariño especial porque de pequeño siempre veía sus películas en la televisión con mi madre (él y Hitchcock eran claramente nuestros favoritos). Años más tarde me eché un novio con el que veía las películas de Allen en la cama.

    Toda esta introducción sentimentaloide se justifica por el tema del artículo de hoy: ese proceso tan curioso de conocer al hombre de tus sueños por internet. Dos premisas básicas:

    1. Eso de conocer a posibles novios por internet es una cosa que se hace de postadolescente. Uno se equivoca, comete muchos errores y aprende de ellos para no volver a cometerlos.
    2. De mayorcito, una vez abandonados todos los perfiles en páginas guarras, uno vuelve a conocer a alguien por internet, y se vuelven a repetir los errores. Como cantaba Gardel: “y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor”.

    Y es que, jo, qué bonito es eso de imaginar al hombre de tus sueños al otro lado de la pantalla. Porque haya o no fotos o webcams de por medio, siempre quedará algo por conocer: tal vez la voz, la forma de mirar, la pluma oculta, el sexo, mil cosas. Y mientras tanto hacemos eso que cantaba Cecilia:

    A veces sueña y se imagina

    cómo será aquel que tanto la estima.

    Sería un hombre más bien de pelo cano,

    sonrisa abierta y ternura en las manos.

    ¿Para cuándo una secta de adoradores gays de Cecilia? Es a la única persona que podré perdonarle el laísmo.

    Luego viene aquello de la primera cita, quizás el primer polvo, los amores consumados  y los olvidados y todas esas cosas con sus grandezas y sus miserias. Pero jo, qué bonito es lo de estar conociendo al hombre de tus sueños.

    Apalabrados

    Se conocieron una noche de viernes jugando al apalabrados.

    Davicín abrió el juego con una declaración de principios: sexo, 10 puntos. Peibol aprovechó la o de sexo para recular y proponer amor. Tras 1 minuto interminable, davicín dijo por fin tambien. Peibol advirtió con la x de sexo que tenía ex. Davicín hizo doble palabra con guapo, y la respuesta de peibol fue mucho. Tuvo davicín que aclarar con un yo que el guapo era él, no el ex de peibol, al que no conocía. Cuando peibol puso acto davicín entendió perfectamente a qué se refería y, como no tenía letras para poner pasivo, simplemente puso feliz. sitio, donde, callao fueron las siguientes palabras de los apalabrados que, al final, acabaron enamorados.

    Tipos de maricas: madres de maricas

    Esta nueva entrega de nuestra serie tipos de maricas es un tanto especial. Esta vez nos ocuparemos no de un tipo de marica sino de los diferentes tipos de madres que un marica puede tener.

    • Madres negacionistas: cuando su hijo le cuenta que es marica (o se entera en embarazosas circustancias) se empeña en negarlo. Su hijo no es así y eso es algo temporal. Cuando ya no le queda más remedio que convivir con la realidad simplemente ignora el tema, no se puede comentar y a la mínima cambia de conversación. Es muy sufrido para los yernos que se sienten tremendamente ignorados y fuera de juego.
    • Madres preocupadas: “Ay pobrecito mi hijo, que es muy chico y le van a hacer mucho daño en este mundo“. Todo esto es porque quieren mucho a su hijo, pero un exceso de protección puede llegar a ser asfixiante, sobre todo en edades tiernas. Recomendación si se tiene una de estas madres: no salir del armario en casa hasta los 18 años.
    • Madres enrolladas: son esas que están contentísimas de que sus hijos sean maricas y quieren vivirlo como una segunda juventud, ponerse al día y enterarse de todo.Les encantan los cotilleos y a veces hasta quieren acompañar a sus hijos a bares de ambiente. Son especialmente peligrosas si están solteras.
    • Madres nazis: eso de ser maricón es una cosa de pervertidos, degenerados, pederastas y promiscuos. Así que nada de ir con maricones. Lo primero es llevar al niño al psicólogo o al cura del pueblo a ver si le pueden curar. Irá a más manifestaciones por la familia que nunca y posiblemente sufra como buena cristiana por peso que le ha tocado soportar.
    • Madres casamenteras: son esas a las que lo de que su hijo sea marica, si él es feliz, no les molesta demasiado. Pero lo que más quieren, por encima de todo, es que sus hijos se busquen un buen novio y se casen. Si encima pueden adoptar y hacerlas abuelas ya serían completamente felices. Ninguna crisis les hará arrepentirse de su voto por Zapatero.
    • Madres discretas: si su hijo ha salido marica, qué se le va a hacer. Pero eso de que hablen en el pueblo, en el trabajo o en el barrio de que su niño es mariquita nada. Ni que se entere su cuñada esa que tiene los 2 hijos casados con unas nueras estupendas.

     

    Ficción (sexual) a partir de la realidad

    La realidad, o sea, los hechos

    Como buen soltero ocupado pido más comida a domicilio de la que debería. Como además soy desordenado y moderno pido mucho a telepizza (suelo andar sin dinero en efectivo y en telepizza se puede pedir por internet y pagar con paypal).

    Desde hace un año o así ha venido unas cuantas veces un mismo repartidor de telepizza. Está buenísimo y me pone mucho. Siempre que viene con su maravillosa sonrisa y mi pizza mira mucho la casa. A veces se fija en la tele y me pregunta cómo va el partido. Yo le sonrío mucho pero nunca le dejo propina porque me parece muy guapo y me da vergüenza. Además es el único repartidor que nunca trae boli para firmar el recibo y tengo que ir yo a buscar uno. Cuando vuelvo con el boli siempre lo pillo cotilleando la casa con la mirada, nervioso porque su sonrisa aumenta y se le hace difícil disimular. Creo que sabe que soy gay, esas cosas se notan con la mirada y, por si fuera poco, una vez que no encontraba boli me dijo que tenía un rotulador pegado con imán a la nevera. Al irse caí en la cuenta de que en la pizarrita que había junto al rotulador ponía nosequé mariconada de comer rabos que alguien, de fiesta, había escrito la noche anterior. A partir de la historia del boli hemos desarrollado una pequeña complicidad. Ahora cuando viene pregunta algo como “dime que tienes boli” y yo respondo algo como “sí, ya lo dejo aquí siempre preparado” y volvemos a sonreirnos. Estamos en el punto de que cuando viene nos preguntamos qué tal nos va y cosas así.

    Para terminar, y este es un dato importante, algo sabe de mi vida sexual porque a veces tiene que traer 2 pizzas y sabe que estoy acompañado en esas clásicas noches de la tripe P: peli, pizza y polvo. Probablemente haya alcanzado a ver desfilar por mi casa a diferentes amantes, y quizá haya llegado a notar el olor a sexo.

    La ficción, o sea, la fantasía

    La realidad podría constituir el primer acto de nuestra historia. Se podría adornar un poco, sembrar ganchos para enlazarlos en el segundo acto. Para este segundo acto, donde se desarrolla el conflicto, tenemos varias opciones:

    • Una noche de reparto parecida a las anteriores sucede un hecho inesperado que detona la acción:
      • Huele a porro y él se descubre como un gran fumeta. Lo invito a entrar a fumarse uno. Acaba en polvo rápido porque tiene que seguir con el reparto.
      • Pregunta por el juego de play al que estoy jugando. Insisto en enseñárselo y me dice que tiene que terminar el reparto pero que luego se podría pasar por casa para echar unas partidas. Vuelve y entre lo mandos de la play la cosa acaba en polvo.
      • “Anda, no sabía que te gustara extremoduro, son la hostia” “Coño, tienes 2 guitarras, ¿tocas? Podríamos intentar hacer luego una canción”. Acaba en polvo.
      • Cuando le abro la puerta llevo puesto un pijama que no puede ocultar la erección. Sin hablar nada entra, cierra la puerta, suelta las pizzas, se pone de rodillas y me la come.
    • Una noche de juerga me lo encuentro en chueca. “Ey, tu eres el chaval de las pizzas”, “sabía que eras marica, un tío tan guapo no puede ser hetero”. Acabamos en mi casa y acaba en polvo.
    • Una noche llama a mi puerta. No va vestido con el uniforme de telepizza. Viene directamente a follar.

    Para cerrar la historia con un breve tercer acto hay varios caminos:

    • Una conclusión simple y sencilla de final feliz:
      • “A partir de aquello cada vez que me apetece follar pido una pizza esperando que venga él”.
      • “Nos hicimos novios, fuimos felices y comimos… pizzas (y pollas)”.
      • “Me confesó que desde que trajo la primera pizza le había dicho a su jefa que siempre que hiciera yo un pedido le llamaran él. Era lo más bonito que me habían dicho nunca. Le di un abrazo y nos quedamos dormidos”.
    • Final trágico:
      • “Fue el mejor polvo de mi vida. Llevo 2 años pidiendo pizzas 3 veces en semana, rotando los días y las horas pero no lo he vuelto a ver”.
      • “Fue el peor polvo de mi vida. Además de follar fatal era un imbécil. A veces es mejor mantener el morbo de un polvo deseado pero no echado que desilusionarse con la triste realidad”.
    • Final revelador donde la historia da un giro sorprendente:
      • “Cuando terminamos de follar me pidió todas las propinas atrasadas”.
      • Metahistoria. “Escribí este post hace unos meses pero me pareció malo y no lo publiqué. Sin embargo la historia se ha vuelto real y ha sucedido algo de lo que aquí era ficción”.